No es la especie más hermosa, ni se posiciona en cabeza del elenco botánico predilecto para el cuidado de la piel. Porque, sin más, no es un vegetal. Los hongos medicinales se consideran un reino aparte. Venerados desde hace eones por las medicinas orientales como la china, coreana, japonesa o tibetana, por su amplio abanico terapéutico, cada vez están más en el foco de la investigación cosmética por sus innumerables beneficios para la salud y belleza del cutis.
Un auge repentino que puede estar justificado por esa concepción actual de que el cuidado de la piel, tiene que ver más con la salud que con la arruga. Hongos, champiñones o setas. Esos micelios –en general– que tan poco conocemos, por obra y gracia de las tendencias (o cerebros privilegiados que supieron ver su nutrido potencial), se han hecho hueco en la cosmética de vanguardia más puntera. La micología está al alza. Porque estos florecientes ingredientes, son capaces de activar la microcirculación, oxigenar los tejidos, desinflamar, revitalizar y reparar, activar la inmunidad y servir de nutritivo alimento a la microbiota cutánea, fortaleciendo así la función barrera.
Aunque se podría decir que sumergen sus raíces en la cultura asiática, especialmente la ancestral china, utilizados como tónicos y adaptógenos orales durante miles de años (como esa especie de “Rasayana” o elixir de longevidad del Ayurveda), cada vez se hacen más hueco en la mentalidad occidental por su habilidad para equilibrar y restaurar la inmunidad, la vitalidad y la longevidad.
Lo que está claro, es que han sido hábiles colándose sigilosamente en nuestros estantes de baño. Sin casi darme cuenta, comencé a limpiarme la piel con un rico jabón a base de Reishi, a hidratarme con una esencia repleta de Tremella y a contrarrestar la flacidez con una crema rica en Shiitake y Maitake. Conozcamos sus credenciales.

Una composición química muy prometedora, su mejor baza
Polisacáridos, alfa y beta-glucanos, triterpenos, enzimas inmuno-moduladoras y otras sustancias químicas bioactivas, son sus loables credenciales. Son muy antiguos, sencillos estructuralmente, pero al mismo tiempo muy complejos. Como el coprinus, uno de los preferidos del experto en medicina alternativa Dr. Andrew Weil, pionero en incorporar el reino ‘fungi’ a la cosmética con la línea Mega Mushroom con Origins, por ser un excelente remedio contra la sequedad y la sensibilidad, una línea que presentaba fórmulas infundidas con una mezcla de hongos como chaga fermentado, reishi, cordyceps y coprinus.
Se podría decir que estos son los hongos más prolijos para potenciar la belleza de la piel: el todopoderoso Reishi (Ganoderma lucidum), Maitake (Grifola Frondosa) y Shiitake (Lentinula edodes o seta china), Hongo de la Nieve (Tremella fuciformis) o Cordyceps (Ophiocordyceps sinensis). Cada uno presenta sus propios beneficios únicos. Un reino aparte que está llenando cierto vacío, proporcionando ingredientes a la cosmética como el ácido kójico, presente en el shiitake, para reemplazar la agresiva hidroquinona en el tratamiento de la piel hiperpigmentada. O el hongo de la nieve (Tremella Fuciformis), un verdadero portento y sustituto con creces del todopoderoso ácido hialurónico, en la nada desdeñable tarea de captar y retener la humedad.

Tremella Fuciformis, el hongo mágico de la hidratación
Cultivados en China desde el siglo XIX y componente principal de una popular sopa dulzona llamada luk mei, Tremella Fuciformis es, sin duda, el gran hongo de la belleza. También llamado “el Hongo de la Nieve” u “Oreja de Plata” por su característica forma y color, se ha erigido como el gran competidor del todopoderoso Ácido Hialurónico en lo que a hidratación de la piel se refiere. Por una sencilla razón: las partículas de Tremella son más pequeñas que las del ácido hialurónico, alcanzando capas más profundas, y es capaz de penetrar en cada grieta, hendidura y poro de la piel para hidratar profundamente.
Puede retener hasta 1000 veces su peso en agua, lo que lo convierte en un humectante de gran eficacia, y se adapta a la evolución cutánea, asegurando humedad las 24 horas del día. Es la razón por la que la esencia Queen Essence de Omorovicza, no solo rubrica el proceso de limpieza con nota cum laude, sino que aporta un plus ultra de hidratación y así potenciar la acción de serums y cremas que se apliquen después. Como un equivalente avanzado de gesto sencillo del ritual japonés de mascarilla diaria, bien empapada de activos, que dejan su malla humectante para potenciar el tratamiento posterior.
Queen Essence es una experiencia sensorial en todos los sentidos. Por su textura a medio camino entre un tónico y un serum, lo suficientemente densa, pero al mismo tiempo liviana como para dejar su impronta en la piel. Tremella forma un velo profundamente hidratante que aumenta la capacidad de la piel para atraer y retener el agua, suaviza y calma el cutis, algo que se ve potenciado por el ácido hialurónico, que actúa como un depósito de agua que atrae y retiene la humedad y mejora la estructura de la piel, dando como resultado un cutis firme y lleno de vida.

Reishi, la llave de la inmortalidad
Es, quizás, uno de los hongos medicinales más venerado y reputado de la farmacopea asiática. Y no solo por prolongar la juventud, sino por sus múltiples beneficios para la piel. Hoy encontramos Reishi en una amplia variedad de cosméticos y, muchas marcas, lo han erigido como activo emblema. La razón es porque el Reishi contiene beta-glucanos, la base perfecta para la síntesis de ceramidas y los componentes básicos de la capa protectora de la piel que mantiene bajo control a los agresores ambientales.
Contiene Reishi la milagrosa receta japonesa ancestral de longevidad Eau de Ki, que lo combina con Polyporus Umbellatus, una rica fuente de ácido kójico para inhibir la producción de melanina y combatir la pigmentación irregular. Pero también recetas de nueva hornada como Rei de Monastery, un potente serum que alía las propiedades rejuvenecedoras del Reishi a las del activo antiedad más respaldado por el plantel médico, estético y cosmético: el retinol. Los betaglucanos presentes en el Reishi ayudan a proteger la barrera de la piel y potenciar la retención de humedad. Por su parte, el retinol, tiene acreditadas credenciales en la labor de activar la regeneración celular, mejorar la textura de la piel y ralentizar los efectos del paso del tiempo.

Maitake y Shiitake, los protectores del colágeno
El shiitake, uno de los más populares en las cocinas de Occidente, un hongo rico y terroso con un alto valor terapéutico y cosmético. El secreto está en los beta-glucanos y polisacáridos de su pared celular. Pero también en su extraordinaria riqueza en selenio, un antioxidante esencial para la belleza de la piel por ser capaz de neutralizar los radicales libres que, si no se controlan, pueden descomponer el colágeno provocando inflamación, pigmentación desigual y arrugas prematuras.
El Shiitake, además de ser rico en otros nutrientes, como las vitaminas D y grupo B, polisacáridos y fosfolípidos que ayudan a combatir los efectos de la inflamación, contiene un sorprendente fitonutriente: la L-ergotioneína, un antioxidante que previene la descomposición celular y acelera el proceso de renovación, lo que nos asegura una producción óptima de colágeno y elastina.
Marshmallow Poof de LilFox, es una suculenta crema aromática (hojas de violeta trituradas, flores de jazmín grandiflorum, resinas y bálsamo del Perú), de un curioso matiz cerúleo, que combina lo mejor de ambos hongos medicinales para inhibir eficazmente las contracciones musculares que provocan la formación de líneas de expresión, despertar la luminosidad, impulsar la producción de colágeno y refinar la textura de la piel. El resto de componentes, hacen de este tratamiento un elixir poderoso en versión clean. (Por cierto, amantes de las gemas, también incorpora malaquita, la piedra de tono azul verdoso conocida por promover la salud, rica en cobre, esencial para la piel, además de disipar energías negativas).
Cordyceps, el aliado de las pieles delicadas
No solo es el hongo más reputado para mejorar la elasticidad de la piel por echar una manita en la nada desdeñable tarea de impulsar la producción de colágeno y elastina. También es una potente fuente de antioxidantes, hidrata y mejora la piel seca. Incluso, se ha mostrado su eficacia como tratamiento tópico en afecciones inflamatorias, como el eczema. Cordyceps es conocido por promover la salud a través de sus efectos energizantes y de modulación inmunológica, siendo crucial en pieles sensibilizadas o reactivas. Ayuda a controlar una de las vías más aceleradoras del envejecimiento: los ataques diarios del medio ambiente, ayudando a reducir la inflamación que daña la piel.
Mico Lift de Hifas da Terra, incorpora los compuestos antioxidantes y antifatiga de los extractos de Reishi y Cordyceps, los dos grandes socios sinérgicos en el reino de los fungi. Un aliado diario para atenuar las líneas de expresión e hidratar la piel en profundidad, gracias a los componentes bioactivos de estas dos increíbles variedades medicinales reservadas a la realeza de la antigua China.
Mega-Mushroom de Dr. Andrew Weil para Origins, también se decanta por la poderosa sinergia de dos de los hongos más poderosos pro-longevidad: Reishi y Cordyceps. Una deliciosa mascarilla que aporta confort a las pieles sensibles, aporta luminosidad y ayuda a reconstruir la barrera cutánea protegiendo la piel de las agresiones externas.

Optimum, la exclusiva sinergia oral que mezcla hongos y algas
Es lo último y más avanzado en nutracéutica. Optimum recoge en su exclusiva fórmula lo mejor de ambos mundos: de la tierra (Cordyceps, Reishi y Melena de León), y del mar (algas Chlorella y Espirulina; colágeno y elastina hidrolizados marinos). A la que se añade una pizca de probióticos, extracto de flor de saúco (con un interesante efecto beneficioso en el sistema inmune). Y extracto de azafrán (el ‘oro rojo’ que calma los estados leves de depresión, mejora el sueño y el descanso, de acción antioxidante y nootrópica).
Una interesante fusión que actúa sobre determinados parámetros con el objetivo de cincelar nuestra mejor versión: obtener un plus de vitalidad y energía, mejorar la salud digestiva, equilibrar el sistema inmunitario, lograr mayor concentración y foco o reducir ansiedad y estrés. Y un beneficio colateral bastante interesante: la piel y el cabello se verán reforzados, más saludables y luminosos.
Y es que, calidad de vida y longevidad son dos de los objetivos primordiales que persigue este tesoro atlántico. Una fórmula con varios años de investigación y el respaldo de la mejor investigadora sobre micología de nuestro país: Hifas da Terra, una biotech que se basa en investigación e innovación, con un alto grado de especialización en el desarrollo de nutracéuticos a partir de hongos medicinales.
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