Hablar de tendencias en maquillaje para esta temporada de primavera verano, puede parecer hasta una desfachatez, después de que un endemoniado virus nos haya arrebatado la primavera completa… Los lipstick cogiendo polvo en nuestros neceseres y las argucias del marketing dándole su añorada oportunidad a la única zona facial que queda visible tras la mascarilla: la mirada. Afortunadamente, las pasarelas meses antes coincidieron señalando esta zona como el foco de las nuevas tendencias.
Líneas creativas que cruzaban las cejas (Mugler) o alargaban el rabillo más allá de la sien (Oscar de la Renta). Trazos pictóricos en un espléndido arrebato de creatividad (Ferragamo) o aplicaciones cristalinas abrazando el arco ocular como si la intención fuese redibujar las bailarinas de Erté (Schiaparelli). Más naif y primaveral estuvo Giambattista Valli que plantó (literal) un nutrido corrillo de pétalos de flor recién cortados en las extremidades de los párpados; alas de mariposa en el caso de Manish Arora, el más teatral, y nunca mejor dicho, porque ese maquillaje tan pictórico parecía recién sacado del teatro kabuki japonés, el Kumadori, donde cada color tenía su propia simbología: rojo (resistencia, obstinación y longevidad) o dorados y violetas (nobleza, divinidad).

Pestañas extralimitadas, como Gucci, que colocó postizas en las cejas dando una vuelta de tuerca al surrealismo; Marc Jacobs las alargó hasta cotas inimaginables y Olivier Theyskens exageró las inferiores para sobredimensionar la mirada. La segunda protagonista, sin duda, fue la piel, manteniendo el acabado natural, húmedo y luminoso (Jil Sander) de las últimas temporadas. Pieles perfeccionadas, sanas, como bañadas por el rocío de la mañana, con clara tendencia hacia el No Makeup (Stella McCartney), y rubores marcados en tonos alzados, rosas vibrantes o matices pastel: lilas, verde agua, lavandas… Imágenes oníricas (Iceberg) que solo despertaban de su letargo al contrastarlas con el puro neón de los 80 (Helmut Lang) para dar un poco de energía a tanta evasión.
Así pintado, todo es muy bonito, pero ¿qué pasa en la otra pasarela? La de asfalto… A pie de calle, el sillage de las barras de labios como artículo estrella de la categoría seguía trazando su línea de liderazgo, pero una pandemia les hizo chocarse de bruces con una cruda realidad: sus días estaban contados… Pero siempre nos quedará el rostro con mil alternativas para realzarlo. Chanel apuesta por la paleta de color del desierto con Desert Dream, un viaje fotográfico al corazón de un desierto ancestral, plagado de tostados y malvas, de la que destacaría Éclat du Desert, la pieza exclusiva de edición limitada, unos polvos iluminadores en un matiz que deja al mítico tono efecto buena cara en mantillas.
Porque el glow sigue siendo la consigna para la belleza facial. La apuesta veraniega de la firma de lujo francesa la sella Les Beiges of Summer Glow, una gama inspirada en los placeres latentes de la Costa Azul y el estilo de vida relajado de la Riviera francesa, sentir la deliciosa caricia solar sobre una piel salpicada por el agua del mar, un brillo saludable bañado por el sol que se potencia por la caricia del aire libre. De esta me quedo con Sheer Healthy Glow Highlighting Fluid, un iluminador líquido en dos tonos, uno más perlado (Pearly Glow) y otro más tostado (Sunkissed), que ya los hubiera querido Farrah Fawcett con su look surfero sobre el patinete.
Porque en materia iluminación, las marcas están desafiando las reglas. El otro gran lanzamiento de la temporada es Météorites Pearl Dust Palette de Guerlain, una paleta multifacética con tres tonos, que revoluciona el campo de la iluminación por su exclusiva infusión de perlas marinas japonesas que recrean un sutil resplandor que redefine el rostro y reaviva la luminosidad natural de la piel. Los tres tonos pueden mezclarse como un rubor subido de luz o aplicarse por separado para obtener relieves personalizados: para conseguir un aspecto fresco, el rosa es la mejor elección; un acabado suntuoso y festivo, el dorado; un punto sofisticado y cálido, sin duda el ámbar.
Y a pesar de que las brumas en formato primer o prolongadores del maquillaje no han llegado a cuajar en un neceser plagado de otros artefactos cosméticos, por virtud de la mascarilla quirúrgica a la que todos estamos sometidos, están empezando a vivir su momento de gloria para fijar el poco maquillaje que queda a la vista y aportar un plus de hidratación. Una buena recomendación es Fix + Magic Radiance Primer and Setting Spray de M·A·C, repleto de vitamina C que potencia la luminosidad, ácido hialurónico para asegurar la hidratación y otros activos interesantes como la seda sérica, escaramujo, cereales y arginina y cafeína, para despertar la piel al instante. Lo interesante de esta niebla es que contiene la tecnología Moisture-Shield, que bloquea la humedad impidiendo que se evapore, asegurando una buena hidratación a largo plazo.
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