Una composición perfumada es un alarde de creatividad y artesanía, con más o menos fortuna a la hora de acertar con el gusto universal, al margen de géneros, cronologías o estacionalidades. No creo en etiquetas, pero sí confío en las sensaciones olfativas, más allá de su ubicación en el tiempo. El otoño nos obliga a dejar atrás el estallido vital del estío. A recogernos y sentirnos en calma. Arropados. El otoño es marrón tierra y naranja fuego, como las tonalidades de sus frutos.
El aroma del OTOÑO es cálido y fresco al mismo tiempo. Dual, contradictorio. Acogedor, con una profundidad que se despliega en capas: especias, canela y nuez moscada, frutos del bosque, dátiles y miel, postres recién horneados, maderas quemadas, raíces húmedas… Todo lo que nos arraiga y nos impulsa a “esa puesta a tierra” para alcanzar nuestro equilibrio vital. Dicen que el frío afecta a la percepción olfativa. Puede que sea la razón por la que en ciertas épocas propendemos a determinados aromas.
Siento que el otoño me impulsa a abrazar las notas boscosas: cipreses, pináceas, eucaliptos, líquenes y musgos. A desarrollar mi espíritu gourmet, con matices lactónicos, cremosos, castañas, cacao, moca, vainilla… Una sensación aromática que traduce muy bien Octubre de Bravanariz, un agua de colonia 100% natural con mandarina, enebro y el aroma resinoso y curativo del pino ancestral, que nos ayuda a conectar con la vibración energética de esta introspectiva estación del año.
Chelsea Morning de Lush eleva el estado de ánimo gracias al mirto limón y el delicioso aroma de la galleta, haba tonka, caramelo y vainilla. Una excelente elección para devolver la alegría en las mañanas más grises. Unas mañanas remojadas en Croissant Café de Versatile Paris, infundidas del aroma cálido y cremoso de la mantequilla, avellanas y almendra, caramelo, café, tabaco y vainilla. Los más puristas se deleitarán con la intensidad del absoluto de Arábica de Maison Tahité I_Ristretto, una delicia empolvada gracias a la terrosidad del iris que se ensalza con el misterioso pachulí.
El otoño huele a… LEÑA Y LLAMAS
Estufas de leña encendida, chimeneas humeantes, calderos de llamas embaucadoras que templan el alma mientras el frío brumoso empaña los ventanales. By the Fireplace de Replica Maison Margiela abre esta estela olfativa como Moisés se abrió paso entre las aguas bíblicas. La colección Replica, con esa obsesión de desencadenar momentos personales entrañables y “azuzar” la memoria olfativa, ha desarrollado este aroma cálido, dulce y amaderado, abrazando la idea del crepitar de las llamas con el aroma de las castañas asadas, rematado con clavo de olor y cashmeran, para reforzar aún más el confort que propia esta estampa tan otoñal.
La vela de ambiente Feu d’Hiver de Carrière Frères huele, literalmente, a chimenea. Con sus notas de cedro, bálsamo de abeto, incienso y ámbar, simula a la perfección esa impresión olfativa de la calidez de la madera y resinas quemadas, el claro preludio de que el otoño está aquí y el invierno está llegando. Y es que, no hay nada como los acordes ambarados (o ambarinos) para inspirar esa sensación de calidez y confort, de indulgencia sensorial.
El otoño huele a… INDULGENCIA SENSORIAL
A especias templadas y licores reconfortantes. A bourbon añejado, como el de Oud in Bourbon de Scents of Wood, una delicia opulenta y compleja. “El bourbon añade un toque ardiente a esta composición, redefiniendo el misticismo del Oud e infundiendo a esta fragancia encantadora una confianza salvaje que se filtra en el alma”, según lo definen desde la marca. Scents of Wood, es un interesante proyecto que se inspira en las múltiples capas olfativas de los bosques y las maderas, envejeciendo los ingredientes aromáticos en barricas, para aportarles ese matiz licoroso, amaderado, coriáceo, infusionando materia prima deliciosa como el ládano, tabaco, pachulí, vainilla, café, cacao, azafrán o frangipani.
Como recién salido de una barrica, con sus notas licorosas, gourmet y amazapanadas, se despliega Almond Suede de Arquiste Parfumeur. Una oda al mestizaje de culturas culinarias árabe y la hispánica de al-Ándalus, una exquisitez olfativa que rememora la artesanía del cuero de la España medieval –la mejor en su categoría–, con ese acorde de gamuza, cálido, coriáceo, que marida tan bien con el aceite de almendras amargas, el absoluto de panal de abeja, el azúcar confitado, la flor de naranja y el acorde de azafrán, una alquimia olfativa que nos traslada a una de las épocas doradas de la Hispania antigua.
Y de azafrán… ¡Ay, el azafrán! Esa mágica especia, exótica y cara, con su intenso color que es un claro preludio de sus virtudes aromaterapéuticas calmantes y euforizantes. Venerada en el Ayurveda en su versión Kesar attar (se pensaba que atraía bendiciones y prosperidad a quien lo usaba), por su capacidad para atemperar el interior al exterior, con sus facetas cálidas y reconfortantes. Una de las últimas incorporaciones de la colección Velvet de Dolce & Gabbana, Zafferano, una composición especiada y ambarina, una alquimia única de pachulí, hoja de tabaco, vainilla y cistus, de estela penetrante y adictiva.
También de alquimia y acorde ámbar está hecha la nueva línea de Rituals, y su Eau de Parfum Set de The Alchemy Collection, un dúo que nos transporta a la idea de fuego transmutador, el fuego alquímico tan bien salvaguardado en la antigüedad por su inmenso poder mágico. Un set compuesto por 47 AG Silver, ambarino y amaderado, tan sugerente con sus notas de ron, jazmín, mirra y haba tonka; y 79 Au Gold, cardamomo, azahar y vainilla. Dos delicias reconfortantes, profundas, de cariz gourmand, licoroso, místico, que emparejan a la perfección con la necesidad de confort que ansiamos en esta época del año.
El otoño huele a… BOSQUES PRIMIGENIOS
Salvajes, misteriosos, inexplorados… Donde los humanos rara vez caminan. Detente, inhala en silencio. Detente, exhala en pausa. El otoño es terroso, amaderado, terpénico. Con las ramas y agujas de las pináceas, la especie más curativa, toques terrosos y húmedos de los micelios y los musgos, de las raíces perfumadas, de las resinas balsámicas. Una terrosidad salvaje que tan bien representan Stercus (oud, almendra y cuero, una fiel interpretación olfativa del abono animal) o Boccanera (oscuro y penetrante, con vainas de cacao, especias, pachulí, notas animales y cuero) de Orto Parisi, un sillage abrupto y sin contemplaciones que refleja el lado más salvaje, rudo y brusco del paisaje otoñal.
Big Sur Eucalyptus de DS & Durga, captura la esencia profunda y especiada de los bosques de eucaliptos de la fresca costa de California y la neblina después de la lluvia, cuando la naturaleza se siente más vibrante, húmeda y arcillosa. Amber Kiso revela el lado más introspectivo y espiritual del bosque sagrado japonés y sus rituales ancestrales, las nubes fragantes del incienso del templo, y la solemnidad de las maderas aromáticas, raras y preciadas, auguran el presagio de la frialdad, la certidumbre de que los ciclos se suceden, prediciendo que el invierno se cierne, transformando con su llegada, todo el panorama olfativo…
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