ídolo.
nombre masculino
1. Figura o imagen que representa a un ser sobrenatural y al que se adora y se rinde culto como si fuera la divinidad misma.
2. Persona o cosa por la que se siente un amor o admiración excesivos.
“En cada mujer hay un ídolo. Todas las mujeres son ídolos”. Así sintetiza la Presidenta de Lancôme Internacional, Françoise Lehmann, la esencia de la nueva fragancia de la maison, Idôle, un perfume con una gran ambición: destilar el ethos de la mujer actual. Una osada declaración de intenciones que irrumpe en pleno discurso sobre el feminismo (o la nueva feminidad, que luego hay quien se ofende). Un canto a la adoración de uno mismo como la más grande de las creaciones. Y no es una hipérbole. Las filosofías orientales llevan haciendo hincapié en ello desde los albores de los tiempos.

Idôle pretende cristalizar o ‘enfrascar’ la nueva esencia femenina. Y me viene a la memoria aromas icónicos como Chanel No. 5 (1921) o L’Air du Temps de Nina Ricci (1948). Ambos revolucionaron la forma en la que olían las mujeres porque supusieron un punto de inflexión, no solo por la audaz decisión de incluir dos moléculas olfativas inéditas hasta el momento (los aldehídos en la primera y el salicilato de bencilo la segunda, un golpe de impacto al sentido del olfato por su punto limpio, sensual y envolvente), sino porque ambos fueron capaces de cincelar las curvas de la mujer del momento. Coco Chanel lo dejó claro: quería un aroma capaz de definir a la mujer moderna que ella personificaba; libre, al margen de estereotipos y clichés, “cruzó los límites entre la dama y la amante”, según publicó BBC News. L’Air du Temps celebró la nueva feminidad, un canto a la libertad de la mujer de posguerra.

Es curioso porque estos dos ejemplos tienen un nota en común (nunca mejor dicho) con el nuevo Idôle: rosa, jazmín y almizcles. Idôle presume además de contener rosa turca proveniente de Isparta (de origen sostenible) creada en exclusiva para Lancôme, rosa centifolia de Grasse, absoluto de jazmín sambac, jazmín grandiflorum de India y Egipto, y un acorde misterioso denominado “Clean & Glow”, quién sabe si el equivalente a aquellos aldehídos y salicilatos vencedores en su época… Lo que sí es cierto es que triunfar en un mercado sobre saturado de nuevos lanzamientos (más de 170 lo que llevamos de año, nada menos que 10 nuevos en los meses de junio y julio y algunas más que están previstas para otoño/invierno), es un reto de más envergadura que diseñar el frasco más fino del mundo… Sin embargo, Idôle parece tener los ingredientes clave de la receta del éxito: un diseño innovador al gusto de las nuevas generaciones que recrea la forma del objeto más manoseado e imprescindible de la sociedad actual (un Smartphone, nómada, de agarre fácil y ligero), un discurso en torno a la hermandad femenina, una estética muy millennial, un gesto eco-responsable (es recargable y muchos de los ingredientes provienen de cultivos sostenibles) y un jugo limpio y luminoso de estela expansiva. Solo la perspectiva del tiempo nos lo dirá.

Pero, sin duda, lo que más impacta de la novedad de Lancôme es el diseño del frasco. Puede que se trate del frasco de perfume más fino de la historia (15 mm de grosor), una proeza técnica realizada en vidrio soplado con un marco dorado bordeando sus contornos obra del arquitecto y diseñador industrial Chafik Gasmi. “La ligereza y el nomadismo son los que marcan el tono de la nueva escala de valor”, declaró el propio Gasmi. Al parecer, la pretensión inicial es que estuviese a medio camino entre un talismán y una joya, y ha terminado siendo lo que la propia marca denomina “frasco totémico”, un tótem poderoso listo para ser blandido. Por el momento, solo nos queda recrearnos con estas bellas imágenes porque no saldrá a la venta hasta el 25 de agosto, habrá tres tamaños: de 25, 50 y 75 ml., y si se acaba el jugo, no hará falta comprar otro frasco porque en los puntos de venta seleccionados se habilitará una fuente denominada “La Recharge”, a medio camino entre una Nespresso y la estética de un iPod. Pero no acaba ahí, el perfume viene acompañado de una serie de accesorios, como «La Case», una carcasa personalizable de la que se harán varios diseños que permite transportar el perfume como si se tratara de un clutch.
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