¿Cómo detectar si un perfume es de calidad? Pregunté en mi última entrevista a Piotr Rybaczek, de La Basílica Galería, “cuando lo hueles y sientes que te envuelve”, me contestó. En ese momento me quedé un poco desconcertada. Quería más. Quería la definición de enciclopedia, perfecta, completa, de lo que es un buen perfume. Pero Piotr tenía razón, y eso solo lo puedes entender cuando te topas con un buen perfume de verdad.

Para mí, que he ido adentrándome en la ciencia y la mística de la perfumería a través del clásico ensayo = error, un buen perfume es el que te genera cierta obsesión compulsiva. Si lo aplicas en la muñeca, no puedes dejar de llevártela a ras de la nariz. Si lo haces en la nuca, un acto reflejo extraño te hace mover involuntariamente la cabeza para tropezar de nuevo con el aroma. Es como cuando te enamoras. Solo quieres tropezarte una y otra vez con él (ella) para ver su rostro. Para mí, cuando un perfume me enamora me pasa eso. Quiero toparme con él a cada instante, para sentirlo acariciando mi piel.
Eso es justo lo que me está pasando con el nuevo pequeño prodigio de Nasomatto: Nudiflorum. Puede que el desconocimiento aliente la intriga. Para Alessandro Gualtieri, su creador, es su sello personal. No decir nada de las notas que pone en cada blend, forma parte de la magia del perfume, descubrir sus entresijos a base de ensayar y errar. Ese punto lechoso, ¿será sándalo? El matiz animal, casi sucio, ¿Oud? Pero un Oud de los de antes, el más valorado y costoso, más terroso y primitivo, no tan edulcorado. Qué difícil es para un periodista describir un perfume sin tener una nota de prensa completa con la exhaustiva descripción de su pirámide olfativa. Lo que parece claro, por la pista que da su nombre, es que podría contener jazmín, pero no el Sambac o Grandiflorum, dos de las especies más utilizadas en perfumería, sino el Nudiflorum, o jazmín de invierno, una de las plantas más desgarbadas del elenco botánico, un patito feo de pétalos amarillos que además, paradójicamente, dicen que no tiene aroma…
Yo me declaro adicta al jazmín. Y aunque flirteo con los jazmines más verdes y armónicos, los más timoratos y femíneos, reconozco que lo que me tira es su matiz a indol, un compuesto orgánico que comparten con las heces, el alquitrán de hulla o el índigo. En grandes cantidades tiene un olor fecal, pero en pequeñas dosis, floral. Es el hechizo del jazmín, lo que le da ese carácter tan… ¡BAM! Ansiaba el lanzamiento de Nudifrorum porque algunas voces susurraron que podría ser el relevo de Nuda, uno de mis perfumes fetiche (junto a Narcotic Venus) que Nasomatto descatalogó en su formato de 30 ml debido al elevado coste del magnífico jazmín con el que estaba elaborado (proveniente de una pequeña granja cerca de la Costa Azul, donde las flores solo se cosechan por la noche para aumentar la fuerza de su olor, y se necesitan 10.000 flores para conseguir una sola gota). Solo se mantiene a la venta el formato roll-on de 4 ml.
Yo atesoro el que el propio Alessandro me regaló tras la última entrevista que le hice. Lo conservo envuelto en su bolsita de terciopelo rojo y su cordón de cuero enrollado, como el talismán que el protagonista de la serie ofrece a su pupilo. De vez en cuando lo abro, en actitud litúrgica, y hago rodar su pequeña bolita de metal para depositar una pequeña dosis en mi piel. Cuidado, no se vaya a acabar… Lo miro y lo admiro. Y de pronto presiento que en esa pequeña botella se sintetiza toda mi devoción por la belleza. Es el aroma que más aprecio encerrado en un precioso sobre suave de color brillante que me hace soñar cada vez que lo toco. Puede que Nudiflorum sea el sucesor, la nueva generación, el que pasa el pebetero para que la llama nunca se apague…

Nudiflorum juega al despiste, como un niño pequeño que se esconde tras las cortinas. Su salida cristalina, cremosa, de un floral inofensivo, casi vulnerable, te lleva a pensar en la piel femenina, delicada, aterciopelada y de aroma dulce. Y según evoluciona, te topas con un torso masculino, húmedo, acre, como cuando el propio sudor se mezcla con los restos de una fragancia que tuvo su momento de esplendor. Nudiflorum en su evolución te pone los pies en la tierra. Pero literalmente. Con su fango y su musgo, con esas notas arcillosas que han sido moduladas por el matiz de un pétalo que ha caído al terreno.
Esas cualidades lo hacen perfecto para ser considerado un unisex de libro. Nasomatto se ha limitado a conceptualizar Nudiflorum como un perfume de intimidad olfativa, que alienta el sentimiento de tocar y ser tocado, trascender con otro ser rozando la liviandad, esa fusión perfecta, infinita, un perfume de piel sobre piel. De piel desnuda que despierta sensaciones primitivas, que desata la sensualidad, pero elegante, no tosca, de la que te apetece seguir disfrutando.
Otro detalle que, los que conocemos los perfumes de Nasomatto estábamos esperando con este último lanzamiento, es el tapón. Para Nudiflorum ha sido la madera Padauk africana o Palo Rojo, utilizada para fabricar instrumentos musicales. Nasomatto siempre utiliza materiales con un trasfondo social, para ayudar a las comunidades desfavorecidas de una forma sostenible y justa. La tapa de Pardon está hecha de madera de Rosa Silvestre, que requiere un año y medio para ser tratada adecuadamente. La de China White es de porcelana craquelada, con la intención de transmitir la idea de cómo una mujer es dura y frágil al mismo tiempo. Como la porcelana. El tapón de Blamage es pura serendipia, con una madera que se podía moldear y pigmentar a antojo para que todos los tapones fueran desiguales creando acabados únicos. Y el de Silver Musk, madera de avellano, la única madera cuyos reflejos son plateados.
Remato las últimas líneas de este post y vuelvo de forma involuntaria a acercar mi muñeca a la nariz. O viceversa. Me obstino en descifrar los ingredientes protagonistas. Ni siquiera tenemos la familia olfativa, Oh my God!, me atrevería a decir que es un lechoso-floral-amaderado, sí, ya sé que no existe, pero son las tres facetas de olor que me vienen inmediatamente a la cabeza, al corazón, las que para mí definen a uno de esos perfumes de calidad…
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