Alabado por el Ayurveda, medicina tradicional india, que prescribía beber agua en tinajas de cobre movidos por la creencia de que era capaz de regular los tres doshas (las energías que forman el cuerpo y su constitución) porque era capaz de cambiar la polaridad del agua para hacerla curativa; oligoelemento esencial de obligada ingestión según la OMS por considerarse esencial para la correcta formación de cerebro y sistemas óseo, nervioso e inmune; elemento presente en la corteza terrestre, océanos, ríos y lagos, ahora su oxidada pátina se sale de la salubridad para convertirse en la fuente de inspiración de lo último de Comme des Garçons.
Copper (140 €, 100 ml.) sale enérgico, como una sacudida amaderada balsámica. Al primer impacto, el gálbano de Irán cimbrea, la pimienta de Perú lo hace vibrar con más intensidad, el jengibre de Madagascar lo redondea con su matiz picante aromático, y el acorde de metales sintetizados químicamente le da un tono corrosivo muy del gusto de Comme des Garçons, siempre llevando al límite lo conceptual para engendrar híbridos entre lo políticamente correcto y la más absoluta subversión.
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Copper ha decidido recopilar en su fórmula ingredientes provenientes de todos los rincones del mundo, notas con denominación de origen que exhalan toda su intensidad aromática gracias a su cuna, no es baladí, la materia prima más valorada tiene un origen concreto. No es lo mismo la vainilla de Teherán que la azteca, igual que la mirra etíope, presente en Copper, que la turca, porque África del Este (Etiopía y Somalia) es de donde surgieron. Tiene la energía del lugar, las condiciones propicias para que brille con toda su intensidad.
Copper evoluciona en la piel tornándose una pizca cremoso sin perder su acento balsámico, de resinas, maderas y raíces, el corazón de la madre tierra encerrado en el mítico Pebble, la emblemática botella escultórica y asimétrica diseñada para blandir en la mano, creada por la diseñadora Rei Kawakubo en 1999. Cómo un perfume es capaz de evolucionar en su contenido manteniéndose fiel a su continente. La respuesta: Comme des Garçons.
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