Reconozcámoslo, estamos viviendo la gran era de la mascarilla. Las hay de todo tipo: de hoja, de hidrogel, magnéticas, osmóticas, de arcillas volcánicas, para pómulos, nariz, labios, cuello y escote, busto, hasta pompis y vagina… La K-Beauty (Korean Beauty) nos las sirvió en bandeja haciendo de este gran desconocido de las rutinas de belleza todo un must. Pero la innovación corre que se las pela, hay opciones casi de ciencia ficción. Y de pronto se convirtieron en el mejor soporte para incorporar alternativas terapéuticas clínicas para tratamiento en casa, como la luz LED (hasta el momento solo disponible en protocolos de cabina) y otros dispositivos que vinculados a apps actúan en el foco del problema haciendo de los algoritmos, la big data y la inteligencia artificial la mejor fuente de información de la belleza.

Seguro que conocéis algún ejemplo de máscara facial para uso domiciliario que incorpore luz LED, desde versiones más caras (UnicLed Korean Mask de Unicskin, 250 € con siete colores para siete necesidades dérmicas específicas) a más asequibles, como Visibly Clear de Neutrogena para tratar el acné (unos 30 €). Pero una de las que más impacto está generando es el nuevo ejemplar del Dr. Dennis Gross, el famoso dermatólogo y cirujano con clínica en plena 5ª Avenida de Nueva York, DRx SpectraLite™ FaceWare Pro (unos 450 €). Esta sofisticada y estética máscara a prueba de selfies, está inspirada en los láseres profesionales que el Dr. Dennis Gross realiza en su consultorio, es de grado médico y está revestida con la luz azul anti-acné más potente permitida en los dispositivos de tratamiento domiciliario, así como cuatro espectros de luz roja. La combinación de 100 luces LED rojas y 62 luces LED azules trabajan juntas para suavizar las arrugas, reafirmar la piel, disminuir la hiperpigmentación y eliminar el acné. Dicen que se comienzan a ver resultados en solo dos semanas, y a las diez de uso constante y disciplinado, los resultados en términos de reducción de finas líneas, brotes de acné y jugosidad general son notables.

Mi experiencia personal con máscaras de ciencia ficción comenzó con Aculifting Mask. Llegué a ella por absoluta gravitación. Como dos polos que se atraen, y con razón, porque la parte más destacable de esta curiosa máscara eran sus imanes chapados en oro de 24 kilates. Eso sí, para poseerla no vale con ir a la tienda sin más, no… Y aquí está lo rocambolesco de la historia. Un experto en Medicina Tradicional China viajó desde Londres a Madrid para hacerme una pequeña entrevista y un chequeo energético exprés. Analizó dónde estaban mis desequilibrios, que si el meridiano del bazo, ay!, le das muchas vueltas a la cabeza; hay que fortalecer el hígado para activar la salud y luminosidad de la piel; uy!, el flujo de Qi tiene que estar más activo… Y así fue desarrollando mi mapa terapéutico que no solo trabajaría en pro de mi belleza facial, sino de mi equilibrio energético general. Menuda virguería.
Tras ese chequeo la experta me hizo un molde de mi rostro, una impresión exacta de mi morfología facial, con una masa espesa blanca que yo deduje eran alginatos, para que mantuviese exactamente mis proporciones pero al tiempo fuese lo suficientemente moldeable para extraerla y transportarla sin problemas. El proceso en Madrid concluyó y el molde de mi cara con los resultados del test se fueron raudos y veloces hacia Québec (Canadá), donde el expertise de Pauline D. Simard y su hija Marie-Josèphe Simard hicieron posible el milagro. Un mes y pico después, llegó a mi casa mi máscara de magnetoterapia personalizada, con los imanes precisos que mi piel y organismo necesitaban.
La magnetoterapia es una técnica terapéutica que ya los médicos griegos, egipcios y chinos experimentaban allá en el 800 a.C. para tratar múltiples dolencias ya que es muy efectiva para restaurar el equilibrio natural del cuerpo debido a su bipolaridad. La energía del polo norte induce un efecto alcalinizante que ayuda a normalizar cada célula del cuerpo al aumentar el oxígeno celular y restablecer el equilibrio del pH, por tanto, según esta teoría, si aplicamos el polo sur de un imán sobre un punto norte del meridiano, se produce una reacción natural que termina restableciendo la circulación de energía al organismo y con ello activando la nutrición de los tejidos y su oxigenación, ergo, mayor luminosidad y jugosidad a la piel. Aculifting Mask no actúa solo a nivel epidérmico, el kit incluye unas muñequeras y tobilleras con sendos imanes que actúan en varios puntos clave de acupuntura para equilibrar energéticamente todo el organismo, por ello es un tratamiento que va más allá de la simple acción sobre el rostro, un cuidado energético portátil diseñado para llevar sangre y oxígeno a los tenidos en cualquier momento y lugar. Se aconseja utilizar unas tres veces a la semana (como mínimo) durante 30 minutos, e independientemente de sus resultados visibles en la piel, el efecto más destacable es la relajación de todo el cuerpo.

La última que ha llegado a mis ojos ofrece otra terapia curiosa: el mapeo facial usando sensores que envían la información al Smartphone mostrando los niveles reales de hidratación en diferentes zonas del rostro, se llama MAPO®, una tecnología diseñada por Wired Beauty y tiene todas las papeletas para convertirse en la alternativa avanzada de cuidado de belleza tecnológico y ultra personalizado. Su uso es sencillo, tan solo hay que colocar la máscara en el rostro, activar la opción de mapeo en el Smartphone, veremos los niveles reales de hidratación en diferentes zonas, después aplicar el tratamiento cosmético habitual, volver a colocar MAPO® y activar la función Boost, 10 minutos después esta avanzada tecnología habrá multiplicado la acción del tratamiento de belleza y repuesto los niveles óptimos de hidratación de nuestra piel.
Wired Beauty ofrece la posibilidad de descargarte su app La Clinique Digitale para obtener todas las posibilidades de tratamiento personalizado, como un skin coach que nos permite afinar a la hora de embellecer nuestra piel. Atentos a estas marcas pues seguro nos seguirán sorprendiendo en cuanto a innovación cosmética de uso domiciliario. Yo por el momento sigo con mi magnetoterapia que además de iluminarme me deja como un mar en calma…
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