Un ligero bronceado en el rostro, siempre nos hace sentirnos más atractivos. ¿Por qué en verano todo nos queda mejor? Ese matiz trigueño realza nuestras facciones como ningún otro, como si estuviéramos más sanos, más felices. Pero si se ensalza con las llamadas tierras de sol, el resultado es mucho más Wow! Cuando era adolescente (allá por los 80) se estilaban las tierras de Egipto. ¡Oh!, aquél color anaranjado que en cuanto te pasabas de brocha parecías Marujita Díaz de garbeo por Marbella, pero quién no se sintió un poco Cleopatra de la época esparciendo aquellos polvos naturales (con arcillas y filtros solares minerales, era todo lo que se necesitaba para vestir la piel) encerrados en un ánfora…
La versión lujo del momento fueron los increíbles Terracotta de Guerlain (1984), tan logrados, que pronto crearon un séquito de fieles seguidoras porque su facilidad para prolongar el toque de sol durante todo el año era irreplicable. Afortunadamente, Guerlain sigue haciendo sus Terracotta con la misma maestría añadiendo cada año ese punto de innovación para que se nos caiga la mandíbula… El de este año es una edición limitada que se ha lanzado bajo el nombre Sous les Palmiers (68,10 €), lo llaman la ‘caja mágica’, por algo será. Incluye el mítico tono universal 03 de Terracotta, además de un luminoso coral que deja un halo saludable como si nunca te hubieras resfriado, y unas hojas de palma grabadas que aportan partículas doradas para reforzar eso que está tan de moda esta temporada: el glow.
Yo me confieso absoluta devota de los polvos de sol. Y los de este año, creo que me están generando un poco de TOC porque me incitan a darme brochazos a cada momento, esa buena cara no se consigue tan fácilmente… Prácticamente todas las versiones de este verano, en edición limitada, además del efecto sunkissed, el mítico beso de sol, incorporan partículas, tonos o texturas que elevan la luminosidad. Y el binomio luz + buen tono, no tiene rival. Bronze & Glow de Lancôme (47,50 €) puede ser quizás el mejor ejemplo de ‘glow californiano’, yo cuando me lo aplico me siento como Farrah Fawcett en trikini patinando por el paseo marítimo de Ocean Drive. Incorpora un tono bronceador y una gama de iluminadores, que si tienes un poco de pericia, puedes utilizarlos por separado para crear un efecto estroboscópico en el rostro en un periquete. Si los mezclas todos a la vez, luz y color en un solo gesto.
Pearlmatte Face Powder Mother O’ Pearl, de la Colección Mirage Noir de M·A·C Cosmetics (33,50 €) mezcla una interesante gama de color (dos tonos de rosa, claro y más oscuro, un tono bronce y otro vainilla) de acabado satinado muy versátil porque se pueden usar como blush combinando todos a la vez, o como último paso para aportar luminosidad eligiendo los que mejor te sienten. La mezcla de rosa claro y más oscuro da mucho juego, dependiendo de si prefieres un maquillaje más suave o más intenso, ambos por separado o mezclados, aportan un matiz muy seductor.
Y para las más clásicas: Terre Saharienne Collector de YSL Beauty, y digo clásicas porque esta gama de tres armonías, solo juega con los clásicos tonos bronce, aunque declinados en diferentes acabados para un efecto mate o más satinado a medida. Harmonie nº 1 Tanned, mezcla el tono Lumière Irisée y Brun Doré que realza todas las carnaciones; Harmonie nº 2 Sunkissed, con Lumière Satinée y Abricot Rosé, es perfecto para las que busquen efecto buena cara; y Harmonie nº 3 Bronzed, mezcla Lumière mate y Brun Intense perfectos para obtener el bronceado clásico y esculpir las facciones.
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