ILUSIÓN ÓPTICA. Y no me refiero al fenómeno que consiste en una percepción visual errónea de la forma, las dimensiones o el color de un objeto, sino al ENTUSIASMO VISUAL que nos van a provocar estos tonos otoñales bien dispuestos en su intención de hacernos llegar al éxtasis, por su exceso, una secuela de los 80, que siguen más vivos que nunca gracias a la moda (Alexander McQueen, Marc Jacobs o Gucci), con sus declinaciones neón (lo vimos en los párpados de Prada, Maryam Nassir o Antonio Marras), el barroquismo más sensual y los destellos de un pigmento que seguirá chispeando a nuestro paso esta temporada: el glitter (Giambattista Valli o Moisés Nieto), en este caso acompañado de sus semejantes, los holográficos, metalizados y otros efectos iridiscentes que conseguirán dar tridimensionalidad y glamour al rostro.

Parece que la industria sigue con el discurso del empoderamiento femenino y se ha propuesto que todas brillemos por nuestra divina presencia. Párpados realzados siguiendo las directrices de las técnicas de siempre: labios envueltos del fulgor del fuego, tez jugosa y realzada, ojos delineados con eyeliner y sombreados con las tonalidades menos desapercibidas: azul petróleo, verde botella, cobres, oros, borgoñas… Una orgía de matices y texturas que nos harán dejar la timidez en el armario de las tendencias venideras para disfrutar sin cortapisas de un otoño/invierno bocetado para la mujer sexy, poderosa, festiva, sin prejuicios.
Y es que, los que pronostican tendencias, aseguran que el maquillaje es una de las categorías de mayor crecimiento en el sector porque el resultado que obtenemos es transformador e instantáneo. Queremos vernos guapos. Eso lo confirma la tendencia inclusiva de ampliar a 40 las tonalidades de fondos de maquillaje (Dior Backstage, Fenty Beauty by Riahana o Lancôme con Teint Idole Ultra Wear), aunque M·A·C Cosmetics se desbanca del resto con sus 60 tonos de Fluid SPF 15 Foundation, no vaya a ser que alguno de nosotros se quede sin su matiz perfecto; o la apertura de marcas icónicas a nuevos mercados como el español. Hace un par de meses celebramos la llegada de Anastasia Beverly Hills (exclusiva en Sephora) y este otoño lo haremos con Hourglass (uno de los mejores fondos de maquillaje que he probado) y la icónica Charlotte Tilbury (también exclusiva en Sephora).
Pero volviendo a lo que nos atañe, de lo nuevo que se avecina destacaría la algarabía labial, con todas las declinaciones del rojo como índice cromático hasta tonos un tanto hardcore como el chocolate puro o el negro de Dior; pero lo más reseñable son las texturas, siguiendo con el mate de temporadas pasadas (eso sí, renovado, ya no son mates, ahora son opacos confortables), los labiales líquidos ultra brillantes pero sin la sensación gloss de antaño se están posicionando como objeto fetiche del neceser. Ahora se mezclan ambos efectos. Se juega, se disfruta con los acabados. Y para conseguirlo tenemos ejemplos tan interesantes como el 2 en 1 Lip Kajal Duo Chroma de la nueva colección Chroma Collection de Lancôme x Proenza Schouler, un Lip Kajal con aplicador en ambos lados, en uno, lápiz labial de acabado ultra mate, y de otro, un ligero brillo satinado. Sin embargo, Dior va más allá con Dior Rouge Ultra Rouge (26 tonos) poniendo la investigación al servicio de la creatividad introduciendo la primera barra con la duración de una tinta pero confortable (colores más pigmentados y luminosos, acabado semi-mate, asegurando una hidratación de más de 12 horas). El más roquero es un tono negro extremo de edición limitada, 111 Ultra Night 47, para llevar solo o para intensificar cualquier tono (como base, aplicándolo a pequeños toques, para matizar otro color…).
Y si el tono protagonista de 2018 ha sido Ultraviolet, aunque aún sin confirmar, parece que los pronosticadores apuntan al sugerente Night Watch como color dominante de 2019. Guardián de la noche… A poco que atemos cabos parece claro lo que intentan sugerirnos las tendencias… Por lo demás: el formato dúo, práctico, nómada, versátil, lo podrás encontrar en bases de maquillaje con iluminador, en rubores bifásicos efecto buena cara, en lápices labiales bitono con diferentes texturas… Esto es lo más destacable de la temporada:
La superposición de texturas y el efecto Glow siguen marcando la pauta. Se demandan pieles jugosas, naturales, frescas, creadas a base de capas de texturas. La clave está en realzar sin transformar ni ocultar demasiado con un fondo que unifique, perfeccione y matifique unido a un iluminador que realce zonas estratégicas, esta es la mejor combinación.
Este otoño exploraremos el lustre, veremos cómo está evolucionando la luminosidad y el esplendor en el maquillaje. Siguiendo la tendencia del glitter de la temporada pasada (ahora en formatos más de a pie, como las sombras líquidas Dazzeleshadow Liquid de M·A·C Cosmetics, de acabado profesional pero muy fáciles de usar), ahora los metalizados, los acabados opalescentes y todo tipo de irisados estarán presentes para dar dimensión al rostro. Truco de experto recogido del backstage: Aplica Clear Lipglass de M·A·C Cosmetics encima de otra textura, un pigmento iridiscente o solo en el párpado para recrear brillo con sensación de humedad.
La nueva paleta de color se antoja intensa, buceando en los mares de la sofisticación para dar profundidad a la mirada. Delineadores multiuso de muy fácil aplicación, como Ombre Hypnôse Kajal Chroma de Lancôme x Proenza Schouler, un trazo profundo debido a su riqueza de pigmentos, pero muy suave y delicado con la piel del párpado; paletas de sombras que combinan ocres con borgoñas, azul noche o verde nocturno (Dior, Chanel, Givenchy…), este Night Watch que ya veremos si finalmente Pantone® lo selecciona como el color de 2019… Las apuestas están echadas.
Labios repulpados, color irreverente en los párpados y mejillas saludables es el combo ganador de la temporada. Los rubores están de vuelta para explorar la sensación de alegría, para elevar las autoestimas, para hacernos vernos radiantes de un simple brochazo porque los colores y las tecnologías empleadas en sus avanzadas fórmulas hacen el resto.
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