Mi prima tenía una crema corporal que cada vez que se la aplicaba le hacía sentirse muy sexy. Fomentaba su autoestima y se notaba en sus gestos. Tenía un olor absolutamente narcótico, como un imán para la pituitaria. Era la Body Lotion de Noa (Cacharel), con un aroma floral muy almizclado absolutamente adictivo. Puede que mi prima no lo supiera, pero uno de sus ingredientes es el Lirio de los Valles, según un informe de la revista científica Science Magazine, demostraba que la mujer fértil tiene una proteína que segrega una enzima con un olor determinado que atrae al esperma en su camino al óvulo: El Bourgeonal (un aldehído aromático), con un olor que recuerda al Lirio de los Valles o Muguet, un ingrediente potente muy usado en perfumería y que, curiosamente, dicen que los hombres perciben más que las mujeres… Mi prima no tiene ni un pelo de tonta.
¿Estaba esa loción diseñada para seducir o simplemente el efecto sobre la piel de algunas personas es lo que la hace increíblemente erótica? Hay algo intrínsecamente sexy en algunos productos o en lo que nos hacen sentir cuando nos los aplicamos. El colorete Orgasm de NARS (lanzado en 1999) fue diseñado para aportar al rostro ese jugoso tono sonrosado tras el coito, ese rubor tan deseable, entre rosa y melocotón (dicen que casa bien con todas las tonalidades de piel), de los que más favorecen, y la cuestión es, este producto de culto, icónico donde los haya (dicen que se venden toneladas al día y ha sido condecorado siete veces con el Glammy Awards de la versión americana de Glamour), ¿se ha convertido en best-seller porque realmente cumple las promesas de un rubor de sexy messy just rolled out of bed o porque simplemente su nombre encierra ese anhelo que todas tenemos de atesorar ese favorecedor tono en cualquier momento? “Primero creé el nombre y después el tono para que fuese un producto impactante”, confiesa el propio François Nars. Juzguen ustedes mismos…

En la misma línea en pro de rostros erotizados está Afterglow 8-Hour Powder Blush de Urban Decay que pretende regalarnos de un brochazo ese resplandor cachondón que parece emanar del interior tras una noche de arrebato y pasión. El tono Fetish (uno de los más solicitados), cumple ese requisito por su mezcla de pigmentos rosados y amarronados, muy en sintonía con la mayoría de pieles, de esos tonos que siempre quedan bien. La forma en la que nuestra rutina de belleza interactúa con nuestra libido es todo un misterio… A mí lo que me hace sentirme sexy es un buen bálsamo de labios de efecto volumen. Una vez descubrí una firma muy nicho que tenía un curioso labial de efecto volumen cuyos ingredientes provocaban un efecto frío-calor en los labios un tanto intrigante… Recuerdo que la primera vez que me lo apliqué (con un poco de miedo, eso sí…), me sentí como Angelina Jolie con 20 años… Puede que frente al espejo el efecto fuese imperceptible, pero esa sensación en mis labios… OMG!, sí, fue absolutamente afrodisíaca.
Y lo he recordado porque la firma Novexpert lanzará en septiembre Lip’Up Lip Care (17,90 €), un gloss de efecto “airbag” (mucho más allá del efecto volumen, dónde va a parar) en cuya composición, además de ácido hialurónico de varios pesos moleculares para que penetren a más profundidad y se queden en superficie (para rellenar, hidratar y alisar arrugas), hay un ingrediente vegetal, la Muira Puama, conocida como “el viagra del Amazonas”, muy utilizado en medicina tradicional como restaurador de la salud general y estimulador del deseo sexual, que junto a la menta, aumentan el flujo sanguíneo, por tanto la sensación de relleno y activación natural del color es impepinable. M·A·C Cosmetics también tiene su versión lip-up con Plenty of Pout Plumping Lipstick (23 €), con extracto de jengibre y aceites esenciales que provocan ese cosquilleo rellenador muy sensual. Pero también me siento sexy con el rojo anaranjado mate de Lady Danger de M·A·C Cosmetics, ya sé que su tono más icónico y tórrido es Rubi Woo, un auténtico best-seller, pero mi cabello rojizo pide matices cálidos. Son esas pequeñas cosas que cuando las usas te sientes “empoderada”, esa palabreja muy de moda actualmente pero que encierra cierta verdad. Si hay algo que contribuya a potenciar nuestra autoestima debería aspirar al premio nobel por su encomiable acción humanitaria.

Y para incrementar la autoestima precisamente se ha formulado Confidence de Belsans (35 €), un perfume en formato aceite, ultra natural, con aceites esenciales de pachuli, sándalo y jazmín (entre otros) que te envuelve y te hace sentirte la dueña del mundo (al menos, de tu propio mundo). Otro proyecto absolutamente afrodisíaco fue el de Coolife: crear el perfume más erótico del mundo. Así surgió Le Premier Parfum. La perfumista, Patricia Choux, se saltó a la torera la clásica estructura de formulación orquestando el jugo únicamente en torno a siete materias primas con efectos sobre la psique y la libido (anís, sándalo, pachuli…). Lo complejo de este perfume es que la combinación de estas sustancias activa el chakra sacro (Swadhisthana, en sánscrito), el centro de energía donde se gesta el erotismo. Ahí es nada.
MMMM… de Juliette has a Gun (110 €) pretende replicar olfativamente el sentido de esta onomatopeya, lo que hay detrás de ese murmullo que surge cuando algo nos excita, un universo de placeres ocultos que van más allá de las palabras. Los encargados de conseguirlo son la vainilla, el jazmín, el nardo, el pachuli, el sándalo… Todos ellos ingredientes de cariz erótico casi, casi hasta con respaldo científico.

Pero el perfume que me ha hecho sentirme más sexy, y es para mí, mi absoluto afrodisíaco de belleza, es Carnal Flower de Frédéric Malle (275 €), la versión más sensual y carnal del nardo. Carnal Flower es de esos perfumes que engañan a las narices versadas en aromas penetrantes y fatuos. Tiene una salida inocente, fresca si me apuras, nada indólica para rendir homenaje al nardo, pero su evolución es magistral, se adhiere a la piel como tinta indeleble y estalla en pituitarias ajenas como si soplases sobre sus narices una pequeña porción de polvos del amor. No hay nadie que no diga: Mmm… ¿Qué perfume llevas? Y eso para mí, es muy sexy…
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