El primer cosmético que me compré con 18 años, fue un contorno de ojos. En aquel momento era la zona facial que más me preocupaba. Y lo sigue siendo. Consecuencia: he probado infinidad de productos, formatos, texturas, marcas, ingredientes activos… Y no siempre el veredicto es positivo. Por eso cuando pruebo algo y el resultado está a la altura de las expectativas, me resisto a no compartirlo. Estos nuevos parches para el contorno de ojos y zona nasolabial de Sensai, tienen varias cosas que me gustan: son de un tamaño generoso, cubren el contorno y más allá… Contienen extracto de seda Koishimaru, de una altísima calidad (antiguamente reservada a las familias imperiales), su mayor virtud además de dejar la piel como su nombre indica, es que estimula la producción de Ácido Hialurónico. Están elaborados con una capa triple de fibras minuciosamente tejidas, la capa intermedia está generosamente impregnada de la fórmula cosmética, y las dos exteriores, actúan como membranas liberadoras, es decir, actúan por osmosis, al tocar la piel, la capa exterior fuerza a que la intermedia libere los activos haciendo que penetren más y mejor. Al cabo de los 10 minutos, la capa exterior del parche parece seca mientras que la interior sigue completamente impregnada de esencia. Esto es por su acción «extra intensiva», es decir, de lenta penetración. Y lo tercero, son los efectos visibles al retirar el parche. Uno de mis problemas es la bolsa en el párpado inferior (ojos de rana, más bien…), se hinchan a la mínima ocasión y bajar la hinchazón, es complicado. Estos parches consiguen minimizar el aspecto de las bolsas; potencian la luminosidad por lo que la mirada se despeja y revitaliza; suavizan las líneas de expresión y reducen el cansancio, bien por exceso de trabajo, estrés, o simplemente por la temida edad… Se pueden usar de forma puntual para un efecto flash, 1 o 2 veces por semana, o como cura intensiva para revitalizar la zona del contorno de ojos y surcos nasogenianos. Consejo de la marca: al retirarlos, nunca extender el producto estirando la piel, sino tecleando ligeramente con los dedos hasta que el exceso de producto se termine absorbiendo. Podemos potenciar el efecto buena cara con shiatsu facial. Presionar los puntos situados en lagrimal, ángulo interno del párpado superior, sienes y ángulo externo del ojo, justo en la intersección de ambos párpados. El único pero que resulta ser uno de sus beneficios es su lenta absorción, esto hace que la textura resulte un tanto «pegajosa» en un principio, ya que hay que trabajarla bien para que se termine absorbiendo, la recompensa final es que la piel queda nutrida y muy suave. Como la seda…
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