Hay un sello que debería tener más credibilidad que una denominación de origen, y ese es el “testeado por celebrities”. A fin de cuentas, son ellas las que más consejos y estrategias de belleza atesoran en ese afán de estar siempre perfectas. En el elenco de destacados hay de todo: desde radiofrecuencias de última generación y microcorrientes, al aclamado face-icing. Pero si hay uno que supera en likes a los demás, ese es el tratamiento facial con oxígeno.
También denominado Oxigénesis (la aplicación de oxígeno puro a presión, combinado con un cóctel de activos que potencia la acción bio-energizante y regenerante del oxígeno puro), los efectos de este tratamiento son tan inmediatos, que ha logrado alcanzar la categoría de “apto para eventos”. Acierto seguro antes de pisar la alfombra roja o superar con nota el “B.B.C. Test” (Bodas, Bautizos y Comuniones), el oxígeno, no solo es un elemento de vida, sino la herramienta más certera para alcanzar la radiancia cutánea en un pispás.
Y no es para menos. Se podría considerar un ‘coach celular’, por su capacidad para reeducar las células vagas haciendo que pasen de un estado pasivo a activo y vuelvan a trabajar a buen ritmo. Esto pone en marcha las mitocondrias, la central energética de las células y responsables del buen envejecer. Además de regenerar a nivel superficial mitigando manchas y cicatrices. Regular la micro-circulación mejorando el aspecto de cuperosis y arañas vasculares. Atenuar bolsas y ojeras por su efecto drenante y reducir el tamaño de los poros por la acción de la presión.

Del Glow al Wow: así es la nueva generación de faciales
Glow, el término del que hemos abusado las editoras de belleza y el efecto más perseguido por marcas y consumidores en las últimas temporadas. Queremos un extra de luz, como envolvernos de ese halo cristalino, vítreo, que nos hace irradiar un aura sobrenatural. Pocos son los nuevos lanzamientos que no contengan ese término en su nomenclatura, y es que, la luminosidad en la era post-pandémica, es un valor al alza.
Sin embargo, una nueva era se intuye: la del efecto Wow! Esos tratamientos y cosméticos que no solo potencian la luminosidad natural, sino que transmutan la textura cutánea, generando el asombro de quienes la contemplan. Y es precisamente el oxígeno el que más checks tiene en el repertorio de los más heroicos. Uno de mis tratamientos preferidos con el oxígeno como protagonista es BeOxy Platino, un completo método facial que restaura la hidratación, redibuja las facciones y perfecciona la textura de la piel en tiempo récord.

BeOxy Platino, el Rolls-Royce de los protocolos con oxígeno
Platino es la versión avanzada del mítico BeOxy, el ‘chute’ de oxígeno venerado por famosos de medio mundo por asegurarles una piel espectacular. Que se lo digan a Victoria Beckham o Jennifer Aniston. La clave de su éxito no solo reside en la personalización, sino en la combinación de tecnologías y principios activos de alto nivel, que embellecen la piel de forma global con resultados inmediatos.
La primera fase comienza con un aerógrafo que va infusionando en la piel la receta de Oxy Plus, un cóctel de nutrientes como el ácido hialurónico, péptidos, fitoactivos, vitaminas, escualano, soja, quinoa…, para reponer y reparar la piel a muchos niveles, además de allanar el camino a la dosis de oxígeno puro que viene después. Un chute que se siente como verdaderos “azotes”, suaves y controlados, que estimulan la microcirculación al mismo tiempo que redibujan las facciones, drenando el sobrante de toxinas y células muertas, sellando la acción de los activos.
Esa presión a la que se aplica, acaba con toda la suciedad incrustada en los poros, reduciendo visiblemente su tamaño. La tercera fase es la personalizable: la estación de BeOxy contiene varios manípulos con diversas tecnologías como radiofrecuencia, ultrasonidos o corrientes alternas, que se pueden combinar adaptándose a cualquier tipología de piel o resultado a alcanzar (reafirmar, suavizar cicatrices de acné, afinar el óvalo…).
La última fase del protocolo es, según dicen, la que asegura un bienestar absoluto. Nos referimos a la cúpula de oxígeno que completa el tratamiento. Un aporte de oxígeno al 95% con placas de luz LED (azul, para acabar con la bacteria que provoca el acné, calmar, mitigar las lesiones y bajar la inflamación. Roja, penetra de forma profunda en la piel para potenciar el rejuvenecimiento cutáneo), que rubrica esta técnica facial cum laude.
Deja una respuesta