Bulevar Príncipe Alfonso von Hohenlohe, 29602 Marbella, España
Si se busca serenidad, sumergirse en una experiencia spa es la mejor elección, pero en el caso del Marbella Club, la calma se logra con el simple paseo por sus callejuelas y jardines de hierbas aromáticas, escuchando el silbar de las aves o descansando bajo las ramas de sus longevos árboles. Todo el Marbella Club en sí mismo es un goce para los sentidos. Para el gusto y el tacto. Para la vista, el oído y el olfato. Si los muros del Marbella Club hablaran… Murmurarían cosas sencillas, las de la verdadera esencia bohemia de la Marbella de los 50, sin postureos ni altas cunas, un refugio mediterráneo donde dejarse llevar y ver la vida pasar.
Pero el Marbella Club, además, se vanagloria de contar con un thalasso spa que se beneficia de las propiedades curativas del agua de mar, los fangos y las algas, para aprovecharse de todos sus minerales y oligoelementos, mientras se atisba el horizonte mediterráneo de oleaje calmo y templado. En la zona de tratamiento tuve la oportunidad de comprobar la esmerada técnica y avanzada formulación de la firma alemana Babor, que para eso es alemana… El motivo fue conocer la nueva línea ReVersive Pro Youth, y su puesta en escena, con un protocolo rejuvenecedor y ultra relajante gracias al masaje con gua sha facial de cuarzo rosa (mi preferida).
El postre se presentó en bandeja de plata con Holistic Studio, un espacio que parece poner sus manos en posición Namasté para darte la bienvenida y allanarte el camino a su cobijo de paz. Holistic Studio parece haber intentado condensar entre sus lindes todos los símbolos e imaginería cultural que alberga el mundo, del pasado y del presente, de todos los tiempos. Leyendas árabes, símbolos hinduistas o sabiduría terapéutica tibetana, como la del menú de tratamientos especiales que se desarrollan en esta zona tan inspiradora, Tibetan Sound Healing, una antigua técnica de curación que utiliza las vibraciones profundas y el toque sanador de los cuencos para aliviar dolencias, desequilibrios emocionales y secuelas del estrés.
Una práctica que se remonta a la cultura pre-budista tibetana Bon, en la que estos instrumentos se utilizaban con fines ceremoniales, rituales y sanadores. Los que lo conocen bien, dicen que es un método extremadamente poderoso y no intrusivo, perfecto para liberar el estrés. Yo solo sé que me tumbé en aquellas baldosas encenefadas, dejando la vista caer y la mirada puesta en el cielo, un cielo acicalado con lámparas de Marrakech e intrincado artesonado. O puede que lo imaginase, porque el sonido que me rodeaba me cogió de la mano y me hizo volar…
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