Aunque las altas instancias de Instagram lo hayan relegado a un discreto segundo plano a favor de otras grandes tendencias como el maquillaje o el skincare, el ritual del baño sigue dando alegrías (y muchas) a los que confían en sus elocuentes virtudes. Despojado de su simple acción relax, los baños de última generación vienen a ser algo más que un coach o un terapeuta emocional. Son remedios de rescate que no solo desbloquean tensiones físicas, sino que elevan el espíritu, refuerzan la autoconfianza o te hacen sentirte más mujer. Tal cual.
De los últimos lanzamientos me quedo con Lotus Wei y sus seis rituales de baño a base de esencias florales, sales y aceites esenciales, y lo más interesante es que cada uno viene con su propia meditación (o declaración de intenciones, para los menos místicos) que se ha de recitar en el momento de la inmersión, por eso de que dicen que atraes lo que piensas… Mi preferido: Fierce Compassion, una oda al amor y la auto-aceptación con una receta más que interesante: además sal marina, Absoluto de Mimosa y Rosa Damascena, esencias florales de Rhododendro (dicen que es la flor que otorga consuelo y serenidad cuando algo te agobia o careces de fuerza interior), de Loto (símbolo de luz y renacimiento, saca fuera dolores o afecciones del pasado y potencia la autoestima), y esencia de cuarzo rosa (la piedra del amor y la belleza). Si flaqueas por turbaciones externas o internas, te sientes sin fuerza ni estímulo, este es tu ritual.
Para los cocktail-friendly o los que atribuyen a la copa de vino vespertina virtudes anti-estrés, The Martini Bath Salt de Goop puede ser un gran sustitutivo. Y es que ya lo dice la propia Goop en el reverso de sus productos: “Baths are MAGIC. We believe very seriously in the power of a hot bath”. Y si lo dice Goop… Su principal acción: desintoxicante emocional después de un día loco y turbulento… Casi nada. Alinea cuerpo y espíritu, centra la mente, y relaja cuello y hombros, epicentros de la ira del estrés. Sus ingredientes: sal del Himalaya y sales de Epsom (muy ricas en minerales), aceite de Chia (nutre y reconforta), extractos de Pasiflora y Valeriana (relajan e inducen al sueño) y aceites esenciales de mirra, sándalo, incienso o vetiver.
¿Otra recomendación? Nurse!, con ese nombre ya puedes imaginar sus buenas intenciones. Perfecta para la temporada en la que entramos donde el frío y los virus que empiezan a dominar el ambiente comienzan a hacer de las suyas… Sales de Epsom de grado farmacéutico (una buena dosis de magnesio), bicarbonato de sodio (limpia energías y equilibra el pH), polvo de mostaza (de efecto rubefaciente, calienta para ayudar al cuerpo a expulsar lo malo), y aceites esenciales de Eucalipto, lavanda, árbol del té, romero y miel de Manuka (bactericidas, calmantes, inmunoestimulantes y expectorantes).
Y por supuesto no puedo dejar de mencionar mi último descubrimiento en la Indie Beauty Expo London: la inglesa Verdant Alchemy. Me encantó su packaging pero también el concepto y sus ingredientes. Esta marca londinense es de reciente creación y surgió por la afición de Vivien Leung, su creadora, a los baños terapéuticos caseros que le recomendaba su quiropráctico para paliar sus dolores de espalda a consecuencia de tanto estrés. Se embarcó en la nada desdeñable tarea de crear sus propias recetas en casa hasta que se decidió lanzar esta marca 100% natural, vegana, con sello COSMOS Natural y libre de todo lo que ahora no nos gusta. Una recomendación interesante: Yoga OM, en principio pensada para la recuperación física tras una sesión de yoga pero extrapolable a otras situaciones de extenuación (incluida la mental). Yoga OM está inspirada en el aroma tropical de los retiros de yoga en Bali (solo por eso ya merece la pena probarla…), y está compuesta de sales de Epsom (rica en Magnesio), sales del Mar Muerto (más de 20 minerales nutritivos y restauradores listos para ser absorbidos por la piel), arcilla blanca Caolín (como un imán para las toxinas) y aceites esenciales de naranja, ylang-ylang, albahaca y hierba limón (activan la circulación, purifican, aumentan la energía, curan la fatiga y relajan el cuerpo tenso).
Para los mococolgantes, una sugerencia: Breathe In, con aceites esenciales de Eucalipto, Tomillo y Limón. Aniquilan virus y bacterias, despejan las vías respiratorias y descongestionan.
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