Dicen que cuando una tendencia llega a su extremo revienta y se genera una corriente hacia todo lo contrario… Quién sabe si asistiremos a esa revolución contra lo natural, pero lo que está claro es que todavía no hemos explorado todas las posibilidades. Se avecina una exacerbación de lo orgánico, un paso más allá, llegar a otro nivel de cosmética saludable y amigable con la tierra, fórmulas a medio camino entre la Alquimia y la Espagiria que tienen en cuenta el calendario, los movimientos lunares y las influencias astrológicas para generar ingredientes cargados de nutrientes y vitalidad.

Y esa no es otra que la Biodinámica, una palabreja que los puristas de lo orgánico están empezando a extender y muy pronto lo entenderemos como el siguiente paso hacia una cosmética de lujo ultra natural que influye no solo en nuestra piel, sino en nuestra alma, en la vida, en el bienestar de la tierra… El método de cultivo biodinámico lo ideó Rudolf Steiner (filósofo austríaco padre de la Antroposofía, la filosofía que hay detrás de marcas como Weleda o Dr. Hauschka) en 1924, y aunque lo tratemos como el no va más de la belleza natural, no, no es nada nuevo, como los rodillos de jade chinos o las curas chamánicas. ¿Y qué es la agricultura biodinámica? Una práctica y filosofía que usa las influencias rítmicas del sol, la luna y los planetas para crear un ecosistema próspero, mantener una tierra salvaje, indígena, repleta de nutrientes y energía vital. En estas condiciones, la actividad microbiana del suelo aumenta y con ello el nivel de minerales, vitaminas y otros nutrientes de los ingredientes que se cultivan. En tres palabras, son más puros, respetuosos y saludables.
Cuatro años más tarde, en 1928, se creó el Sello Demeter, (la certificación ecológica más antigua del mundo) la asociación que establece los estándares de este tipo de cultivos, unos patrones que superan con creces los de los cultivos orgánicos. Entre otros, el agua que se utilice no puede ser corriente, sino destilada, de manantial o dinamizada, y los ingredientes, deben proceder en un 90% de cultivo biodinámico y el resto orgánico, no se permiten sustancias químicas ni tóxicas, ni derivados de animales muertos como el colágeno, entre otros muchos requisitos. Su Ethos es un enfoque visionario holístico y espiritual para la naturaleza y la vida humana. La consecuencia: comprar ingredientes biodinámicos crudos y procesarlos en laboratorios certificados es muy complicado…

Por ello, muchos terminan haciendo sus propios cultivos para conseguir los refinados ingredientes que luego utilizarán en elixires faciales que han producido a mano en sus pequeñas granjas de lugares recónditos, donde la naturaleza es más prolífica. Una de ellas es la australiana Lepaar, creada a mano en el prístino Kangaroo Valley. Debe ser que mi radar hacia lo más místico y especial de la belleza está cada vez más afinado, pero en cuanto la descubrí, supe que no la podía dejar pasar. Mi intuición me decía que ahí había algo bueno. Y especial. Muy especial. Y cuando la probé, los resultados superaron las expectativas.
Lepaar sigue los criterios de la Biodinámica (sus ingredientes están infundidos por el sol y cargados con la energía de los ciclos lunares) y además todos sus productos están amplificados con una energía muy especial: la de la que ellos llaman “Sagrada Trinidad”, una mezcla de Incienso (además de sus reconocidas propiedades espirituales, aumenta la elasticidad de la piel y reafirma), Mirra (promueve el sueño, dispersa la niebla mental y equilibra la hiperpigmentación) y oro 24K (promueve la elasticidad, nos conecta a tierra, eleva la vibración de nuestro sistema energético) usados antaño como ingredientes sagrados en unciones o rituales religiosos. El producto más especial y concentrado es precisamente su Sacred Trinity Rescue Serum, un vial con roll-on que esconde tras de sí un verdadero ritual de aplicación para equilibrar el cuerpo etéreo o aura (campo energético humano, mantiene los procesos vitales).

Contiene tres tipos de incienso: Frereana, de Somalia; Boswellia Sacra, de Omán; y Carterii, de Somalia. Dos tipos de Mirra: Commiphora Mirra, de Somalia; y Omumbiri Namibian Myrrh, de Namibia. Además de Oro 24 Karat (no nano). Eso lo hacen muy especial y potente. Además su aroma pacifica la mente. Contiene otros ingredientes como caléndula, vainilla y azafrán, por lo que se aconseja aplicarlo en el contorno de ojos para liberar la congestión e iluminar la mirada. Puedes aplicarlo también en la frente, la zona del tercer ojo, para un extra de inspiración además de liberar la tensión y ansiedad. Antes de la meditación, aplicar en zona de frente, muñecas y planta de los pies. Digamos que es un remedio rescate para frenéticas vidas urbanas. Lo que más me gusta de este elixir es que, a pesar de ser una mezcla de aceites, se absorbe al instante, y su aroma no es demasiado pesado, para los amantes del incienso, como yo, es una delicia.

Otro de los productos que más me ha gustado es Luminous Beauty Balm, que recoge la tradición de los ungüentos sanadores en bálsamo y una de las tendencias en cosmética. Aunque todavía no estemos muy acostumbrados a este tipo de texturas (nos da la sensación de que nos van a engrasar la piel dada su untuosidad), lo cierto es que funcionan de fábula para sanear pieles con acné o grasa desequilibrada. Hasta ahora controlaba los pequeños brotes de granitos en la zona de la mandíbula con La Pommade de Hervé Herau, milagrosa en esto de curar la piel gracias a sus minerales, entre ellos el zinc. Pero desde que empecé a usar Luminous Beauty Balm de Lepaar, he controlado los pequeños brotes además de conseguir más luminosidad.
Sus beneficios añadidos: abre el chakra corazón, ese que se distorsiona con un exceso de emociones mal digeridas, calma nervios y tensión acumulada y despierta nuestro lado espiritual. Su lista de ingredientes es más que prolija: además de la mezcla Sagrada Trinidad y la base energizante con caléndula, azafrán y vainilla, contiene extractos de camomila, rosa Centifolia y Damascena, zanahoria silvestre, espino amarillo o comino negro, potentes regeneradores y embellecedores de la piel que la harán lucir más tersa, luminosa y relajada. Echa un ojo a toda su gama, su línea nocturna es igualmente apasionante y recientemente han ampliado la colección con productos aptos para embarazadas. Estas son esas pequeñas cositas que cuando las encuentro, me hacen sentirme afortunada por dedicarme a esta profesión que tantos momentos buenos me da. Carpe diem.
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