Dicen que junio es el mes oficial de la rosa. Puede que por ello esté más presente que nunca, pero lo que llevamos de año, los lanzamientos que homenajean a la reina de las flores son innumerables, sobre todo esos que dicen «con rosa infusionada», y no, no quiere decir que han derramado un té de pétalos en la crema antiarrugas, sino que en la formulación se han incluido hidrolatos por destilación al vapor, absolutos o pura esencia del alma de la flor. Es la especie más querida y venerada por muchas culturas desde el comienzo de los tiempos. Se ha utilizado en comidas, bebidas medicinales, rituales de belleza, sortilegios de amor, ceremonias… Los sanadores de antaño la utilizaban para curar la melancolía, calmar el sistema nervioso y equilibrar el sistema reproductivo femenino.
La producción de agua de rosas, remedio tonificante y embellecedor para la piel por antonomasia, se remonta al 1.200 a.C. Las leyendas la relacionan con Buda, Cleopatra, Venus… Afrodita llevaba coronas de rosas en la cabeza, el cuello y los tobillos y los romanos esparcían sus pétalos en el vino. En Oriente Medio era el perfume de los hombres, lo usaban en forma de Attar (el extracto más puro y concentrado) que se frotaban entre las manos y al saludar dejaban un rico aroma (hay un reportaje fantástico en bbc.co.uk donde se cuenta a fondo el proceso).
Acariciar su aterciopelada superficie, tan delicada, tan hermosa, y sentir su aroma único, ya son buenos augurios de lo que puede hacer por ti. Tiene múltiples propiedades curativas: antiinflamatoria, ansiolítica, antidepresiva, afrodisiaca, eleva la autoestima, alivia la congestión sanguínea y los estómagos nerviosos por culpa del estrés (intestinos irritables, esta es vuestra flor).
En Medicina China se considera un remedio curativo para el espíritu (el Shen) porque actúa en el chakra corazón. Se dice que el estado del Shen es visible a los ojos. Un Shen sano se muestra a través de unos ojos brillantes. Su aceite esencial, uno de los más caros y escasos (los tan solo 5 ml de aceite esencial de Rosa Búlgara de Alqvimia cuesta 586,70 €), tiene una vibración tan alta, que es capaz de curar casi todo (320 Mhz, mientras que la frecuencia media del cuerpo humano es de 60-68 Mhz, más bajo de 40 Mhz implica enfermedades mortales). Por ello esta esencia es tan preciada. Puede que por ello también los productos que contienen auténtico extracto o esencia de rosa cuesten tan caros.
A nivel tópico, tiene propiedades antisépticas, por tanto puede ayudar a tratar el acné y el eczema. Limpia y calma la piel irritada. Es regenerante y ayuda a paliar las arrugas y la flacidez, por tanto, los elixires a base de rosa pueden ser el mejor remedio para luchar contra los efectos del paso del tiempo. Marcas como Lancôme le dedican su gama más Premium: Absolue Precious Cells, en la que la ciencia ha hecho de las suyas generando el néctar más concentrado de diferentes tipos de rosa (canina, centifolia, damascena) a través de un sistema de extracción a baja temperatura muy respetuoso con la flor, CO2 súper crítico, por tanto, el elixir resultante es altamente concentrado y regenerante. Su mascarilla regenerante a la rosa contiene auténticos pétalos de rosa, y la mascarilla en sérum Absolue L’Extrait (395 €) perlas de rosa encapsuladas que se liberan al mezclarse con la dosis de serum en cada aplicación para mantener intactas sus propiedades.
By Terry es otra de esas estupendas marcas que también confía en los poderes terapéuticos de la rosa para crear su línea Baume de Rose, con cera de rosa, aceite esencial y extracto de rosa negra para proteger y reconfortar la piel. Beauty Elixir I 1,000 Roses de Kypris (98 €, 14 ml.), es otra de esas maravillas orgánicas y de cultivo biodinámico, un cóctel de activos naturales además de las más de 1.000 rosas búlgaras destiladas para cada frasco, formulado para elevar el espíritu además de curar pieles resecas, envejecidas pero hormonalmente alteradas y aquejadas de acné.
Y aunque la rosa sola actúa genial obrando maravillas en la piel, si echamos mano de la “sinergia” (acción conjunta de varias sustancias para incrementar los resultados), sin duda la manzanilla es su mejor partner. Junto a la rosa, relaja el sistema nervioso y alivia la ansiedad gracias a su contenido en azuleno. A nivel tópico, calma las pieles irritadas o inflamadas. Rose Maroc Night Elixir de Shiffa (“curación” en árabe) es una joya nocturna que combina ambos ingredientes además de otros preciosos activos (como el retinol) y aceites vegetales para renovar la piel al máximo. También con rosa y manzanilla se ha formulado la Masque Infusé de Diptyque (72 €), la última incorporación a la gama L’Art du Soin de la firma francesa, un curioso mix que combina una base geloide con extractos de hibisco y pensamiento silvestre (entre otros) y una máscara de hoja floral con pétalos de rosa y manzanilla que se ha de aplicar encima. Dicen que la unión hace la fuerza y este dúo consigue una piel iluminada, con mejor tono y relajada.
Puede que esté de moda porque los avances de la ciencia han hecho posible abaratar los costes de extracción o porque el ciclo insondable de las tendencias la situarán una y otra vez en el pódium, en cualquier caso es eterna y a pesar del dispendio siempre seguirá siendo la mejor elección terapéutica y cosmética para tratar piel, mente y espíritu. Porque una rosa, una rosa es…
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