Siempre he sido muy fan de la Medicina China. De su filosofía, su forma de entender la salud, el cuerpo y las energías, a pesar de que el “Gobierno Español” pretenda prohibir alguna de sus técnicas, como la acupuntura, porque considera que es una pseudociencia que representa un riesgo para la salud… LOL. La cuestión, sin entrar en politiqueos, es que últimamente parece ser el espejo que refleja las tendencias más inspiradoras. Los elementos, el zodiaco o las fuerzas que conforman el Yin y el Yang, con toda su imaginería, son un semillero infinito de inspiración para marcas que pretenden captar ese nuevo segmento de consumidor sumergido en el new age.
Aprender a encajar el misticismo y la espiritualidad, se está convirtiendo en la gran corriente wellness del mundo occidental. Honrar los ciclos lunares, guiarnos por las constelaciones, sumergirnos en aguas infusionadas con piedras o preguntar al Tarot qué nos deparará el día, es la macedonia mística que todos queremos como postre. La meditación guiada tiene más peso que contar calorías, la palabra RITUAL se ha convertido en el pilar del nuevo autocuidado ante la abrumadora necesidad de encontrar el equilibrio perdido. “Todo irá bien”, nos alentaba Chenoa con su canción. Ese es el mantra del presente, porque necesitamos sentirlo, y la industria de la belleza, con toda su artillería, se está haciendo cargo del cometido. Si el Palo Santo, los ramilletes de salvia o las técnicas chamánicas gobernaron el pasado reciente, la teoría de los elementos o el Feng Shui parecen regir el presente.
Hace un tiempo intenté comprender la teoría de los elementos con el libro “Medicina China Tradicional”, del Dr. Liu Zheng, donde se explicaba: “La teoría china de los cinco elementos (Wu Xing), se traduce literalmente como ‘los cinco movimientos o las cinco mutaciones’, en la naturaleza nada es estático o inerte, todo está en continua interacción y transformación, promovido por la energía vital Qí. Cada uno desarrolla un papel distinto y al mismo tiempo cada uno colabora con el otro para permitir el correcto funcionamiento de un movimiento cíclico infinito”. La madera alimenta al fuego, las cenizas del fuego nutren y forman la tierra, la tierra contiene minerales, por tanto, genera metal, el metal frío condensa el agua, y el agua, nutre la madera en un bucle infinito de génesis y conclusión fundamental para mantener el equilibrio del conjunto.
La teoría del Yin y el Yang, los cinco elementos o el flujo en equilibrio del Qí, son conceptos esenciales que constituyen la base no solo de la Medicina China, sino de la cultura tradicional china en general, están presentes en todos los aspectos de la vida, en la arquitectura a través del Feng Shui, en las artes marciales, la astrología o el calendario. Algo cotidiano para un oriental y un filón para el marketing occidental que ha visto en estas teorías un vibrante storytelling para enganchar al consumidor ávido de experiencias nuevas.
¿Y qué tiene ver la filosofía oriental de transformación de la naturaleza con el cuidado de la piel? Pues según la Medicina China, mucho… Cada elemento se corresponde con una estación. El patrón rítmico de las estaciones altera lo que comemos, nuestros niveles de energía, nuestro estado de ánimo, cómo nos vemos y cómo nos sentimos, ergo el estado de nuestra piel. Si mantenemos el equilibrio de cada elemento en el momento oportuno (en cada estación), conseguiremos una piel sana y luminosa de forma natural. El elemento Madera se asocia con la primavera, hay que preparar el terreno antes de plantar, por tanto hay que descongestionar la piel antes de nutrirla; el Fuego es verano, el momento de máxima energía, cuando está en exceso en la piel, se congestiona y se vuelve grasa generando brotes u otras alteraciones, es el momento de activos purificantes y refrescantes como el aloe vera o el árbol del té; el final del verano lo preside el elemento Tierra, es la pieza clave de todos los elementos (si está en armonía todos los demás están en equilibrio), si este elemento se agota o desnivela, la piel se mostrará opaca y desvitalizada, es el momento de la cosmética pro-luminosidad; Metal se vincula al otoño, deshacerse de lo viejo y prepararse para lo nuevo, hay que alimentar bien la piel y darle un extra de mimo con vitamina C para minimizar las secuelas del verano o rosa mosqueta para potenciar la regeneración natural; y Agua, el elemento que completa el círculo, vinculada al invierno, el frío y viento propios de esta estación agotan las reservas naturales de humedad de la piel, por tanto es el momento perfecto para nutrir intensamente con ácidos grasos esenciales y óleos regenerantes. Hay que fluir con el cambio, hacer esos ajustes conscientes para lograr el equilibrio y la armonía.
Marcas como Elemental Herbology, De Mamiel o 5Yina, basadas en la Medicina Tradicional China, formulan sus productos atendiendo a estas necesidades. Elemental Herbology incluso nos facilita la tarea con una consulta online para descubrir con qué elemento estamos más alineados. Su Wood Rejuvenation Bath & Body Oil está pensado para equilibrar este elemento a través de aceites esenciales terapéuticos relacionados con la madera: romero, nuez moscada o Palo de Ho, despejan la mente y alivian molestias o tensiones musculares. Grace, el ritual de otoño de 5Yina, está formulado por médicos especializados en Medicina Tradicional China para aliviar el elemento metal (predominante en esta estación), contiene una sinergia de hierbas medicinales chinas, adaptógenos como el hongo Reishi, embellecedores de la piel como la centella asiática, el espino amarillo o las bayas Goji, y una mezcla aromática terapéutica a base de aceites esenciales elegidos para fluir con el otoño de forma grácil y ligera (osmanto, regula el estado de ánimo, antiestrés, antimicrobiano, antioxidante; petigrain, sándalo…).
Otro ejemplar maravilloso para superar los estragos del otoño y equilibrar el elemento metal es Autumn Facial Oil de De Mamiel formulado según los principios de la Medicina Tradicional China, su acción principal es la de puesta a tierra, fortalecimiento, liberación y tranquilidad. Se aconseja empezar a usarlo a partir del equinoccio de otoño (23 de septiembre), este poderoso elixir es una mezcla de aceites vegetales descongestionantes y calmantes (nopal, amaranto, echium… que nutren la piel y contrarrestan los efectos nocivos de las mañanas frescas y los ambientes saturados por calefacciones y otros sistemas de climatización), y una combinación aromática de efecto cocooning a base de aceites esenciales puros (jazmín y pomelo para aumentar la autoconfianza y el optimismo y cítricos para energizar).
Pero el mundo de las fragancias también recoge la sabiduría de la filosofía china y las claves del Feng Shui para perfeccionar nuestras vidas a través del olfato. Porque un exceso de agua y un fuego debilitado pueden sumirnos en un bloqueo perpetuo y hacer que no triunfemos en la vida… Esta es la teoría de los perfumes The Harmonist, 11 elixires basados en los cinco elementos que nos permiten, a través del layering o la combinación de aromas, crear nuestro propio sello olfativo para equilibrar nuestro elemento y fluir con la vida de forma armoniosa y exitosa. En su web facilitan un sistema para encontrar tu elemento pero no solo eso, también proporcionan una guía son sugerencias para cada mes y tips para administrar nuestro destino con el poder del perfume.
Siguiendo en los elementos pero saliendo de la Medicina China, nos encontramos con la tierra, el agua, el fuego y el aire que gobiernan la astrología. Porque sabemos bien que el momento en el que nacemos determina nuestra esencia, nuestras fortalezas y nuestras debilidades. Las velas perfumadas de Tom Dixon evocan las características sutiles de cada elemento (Fire: aroma ahumado a base de ámbar y musk; Earth: misteriosa y balsámica con maderas de cedro y guaiac; Water: frescor marítimo con melón y ambermusk; Air: chispeante con neroli y pimienta rosa). Tolteca también se sirve de las fragancias para enaltecer cada elemento y Pai Skincare acaba de lanzar cuatro sets navideños In Your Element inspirados en los cuatro elementos principales que rigen los signos del zodiaco (agua: piscis, escorpio, cáncer; aire: libra, géminis, acuario; fuego: leo, sagitario, aries; tierra: tauro, capricornio, virgo), cada pack incluye el producto héroe de la marca, su best-seller, Bio-Regenerante Rosehip Oil, rosa mosqueta 100% orgánica de un intenso color naranja que se ha ganado a pulso el respeto y amor de los que lo han probado, con otros productos de talla especial como la vela de soja, neroli y jengibre del set Fire, o el limpiador hidratante y el paño de muselina con el kit para el elemento agua.
Pero aquí no acaba la cosa… A comienzos de 2019, la marca supra orgánica Vegetalement Provence ampliará su línea spa capilar con tratamientos ad hoc inspirados en el fuego, aire y agua, champús y lociones curativas formuladas para contrarrestar los efectos que pueden tener sobre piel y cabello las características de cada elemento.
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