Volver a las raíces. Una tendencia que comenzó hace más de 10 años y la belleza indie sigue perpetuando rindiendo homenaje al ritual, a los ciclos lunares y a lo mejor que nos brinda la madre tierra, como arcillas, extractos botánicos o aceites sagrados. Pero esta corriente no se queda solo a ras de piel, sino que abarca la globalidad para convertirse en todo un estilo de vida que nos hace sentirnos felices, responsables y equilibrados. Y los productos capilares no se quedan atrás, están viviendo su momento de gloria (junto al maquillaje es una de las categorías que más está creciendo), y todo gracias a la tecnología que permite recuperar tradiciones de antaño para mejorarlas y convertir el resultado en una experiencia sensorial, saludable y respetuosa. Queremos tintes veganos, cruelty-free, damage-free…, pero con resultados profesionales. A ver quién supera eso.
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Una de esas tradiciones es la coloración vegetal a base de polvos con un micronizado de plantas o barros con hierbas y raíces maceradas que aportan color además de fortaleza al cabello. Ingredientes como la cúrcuma, el azafrán, el ruibarbo, jengibre, cacao…, contienen pigmentos naturales además de beneficios terapéuticos que, bien tratados, pueden constituir la mejor alternativa para el tintado capilar natural. Hay cierta estigmatización hacia la coloración tradicional (con amoníaco, peróxidos y otros elementos químicos) por su toxicidad y porque con el tiempo hemos visto (y sufrido) que es la causante de un sinfín de alergias, irritación del cuero cabelludo y debilitamiento de la fibra capilar en general. La ventaja hasta el momento de este tipo de coloración, era su alta cobertura, homogeneidad del color y su gran durabilidad, algo que no aseguraba la coloración vegetal, pero la ciencia avanza, y gracias a las formulaciones actuales ahora es posible echar mano al arsenal botánico con resultados profesionales, y lo mejor, sostenibles y respetuosos. Es cierto que el tinte con pigmentos botánicos es semi-permanente, no ofrece cobertura completa y se desvanece con los lavados, pero a cambio aporta reflejos naturales y mucho más brillo.
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Botanea de L’Oréal Professionel recupera la coloración en polvo y tradición india de tratar el cabello con Henna y otras variedades botánicas, como el índigo o la cassia, para conseguir reflejos naturales y una melena frondosa y brillante. Tres variedades: Índigo, su matiz azulón-violáceo casa bien con bases castañas y oscuras; Henna, sus hojas liberan pigmentos anaranjados perfectos para dar vida a melenas rubias o cobrizas; Cassia, cuya peculiaridad es que no aporta pigmento, pero es perfecta para modular el tono y multiplicar el brillo.
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Otra alternativa son los barros. Neo de Secretos del Agua, fue una de las pioneras en esto de utilizar pigmentos al óleo para aportar tono sin dañar la estructura de la fibra. Más bien al contrario. Al tiempo que aporta tono, también fortaleza y salud al cabello. En Rogelaine Lifestyle es, de hecho, el tratamiento capilar más demandado. 100% orgánico con barros de hierbas maceradas a base de ingredientes venerados en el Ayurveda (medicina tradicional hindú), como el Amla (Emblica Officinalis), también llamada Amalaki o Grosella espinosa, uno de los frutos más ricos en vitamina C y antioxidantes (Emblicanin A y B, bioflavonoides, taninos, ácidos gálico y elágico…), fortalece el cabello, estimula su crecimiento y retrasa la aparición de canas; Reetha, una especie de nueces ricas en saponinas que la convierten en el primer champú 100% vegetal, limpia y detoxifica el cuero cabelludo y combate problemas como la caspa; y Shikakai, perfecto para tratar afecciones del cuero cabelludo como dermatitis seborreica ya que equilibra y refuerza el folículo piloso.
Este tratamiento se recomienda a todos los tipos de cabello: naturales o tratados con química, rubios, morenos, cobrizos, debilitados o con problemas de caída. No existen restricciones. De hecho aconsejan a todo el mundo hacerlo como mínimo 2 veces al año. Luego está la coloración #instagramnative, es decir, la de fantasía, gama unicornio en cabeza (nunca mejor dicho)… Unicorn Hair de Lime Crime ha revolucionado la coloración vegana semi-permanente de alta pigmentación y resultado profesional con ingredientes puros y suaves con el cabello. Hasta el momento cuentan con 11 tonos, desde el Neon Peach hasta el Chocolate Cherry. Puedes optar por un solo color o combinarlos para resultados únicos y sello Instagram, como el efecto arcoíris. Sext (un rosa medio empolvado) es mi preferido, pero a Dirty Mermaid (verde medio apagado) tampoco le hago feos, aunque no creo que por el momento nada ni nadie me haga salir de mi tono cobrizo…
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Pero si quieres cambiar el color del cabello de forma efímera y absolutamente respetuosa con la fibra, ¡ponte una peluca! Las hay de una calidad exquisita y colores increíbles, como las de HotHair (a la venta en Selfridges, Londres), y como parece que esta temporada me ha dado por el verde, me quedo con Hairdo Mint To Be, un menta azulado con las raíces oscuras para asegurar un efecto muy natural. Quién sabe, a merced de las tendencias puede que pronto rescatemos otra gran costumbre femenina del siglo pasado, la peluca, que madres y abuelas peinaban y mimaban con esmero mientras reposaba ufana en su soporte, otro gran ritual que bien merece unas líneas…
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