Los que pronostican tendencias auguran que el epicentro de la investigación cosmética se trasladará a la derecha del mapa, de Corea a Japón. La esencia del país nipón parece recuperarse tras el receso y eso se manifiesta en la exhibición de su poderío, más que reconocido, en avances cosméticos.
Lo último en sus matraces parece ser la yema del huevo de avestruz, de la cual rescatan los anticuerpos, que al parecer son poderosos antioxidantes que combaten los radicales libres y otros agentes nocivos que comprometen la salud de la piel. ¿Unos anticuerpos para rejuvenecer? Pues eso parece… La ciencia antiedad parece ir más allá del retinol o el ácido hialurónico. E incluso más allá de los probióticos, el último teorema en el compendio del eterno peterpan.
La responsable del invento tiene nombre: Adsorb Beauty, y su artífice Osamu Maeda, un empresario biotecnológico japonés que descubrió en revistas científicas que las investigaciones de la Universidad de Osaka se estaban centrando en la elevada concentración de anticuerpos que tenía la yema de los huevos de avestruz. Al parecer, sus sistema inmune es tan fuerte, que les ha permitido sobrevivir generación tras generación. No en vano son primos lejanos de los dinosaurios…
Y todo porque de pronto pensaron: si tenemos un resfriado, nuestro sistema inmune reacciona con anticuerpos para superarlo, ¿por qué no pensar que puede suceder lo mismo con el envejecimiento de la piel? La acción de los radicales libres por demasiada polución, exposición al sol y otros agentes químicos a los que estamos expuestos, puede ser reparada cuando estos anticuerpos entran en la batalla.
Cuando era pequeña me imaginaba a los anticuerpos como pequeños bichitos que correteaban sin orden ni concierto buscando el daño para remediar sus perniciosos efectos. Me imagino a esos bichitos pululando por la superficie de la piel, arruga que pillo, arruga que aliso, y solo por su acción curativa. La cuestión es que Adsorb Beauty, una marca que ya cuenta con 11 productos en su menú, se está convirtiendo en referente en spas, salones y clínicas dermatológicas japonesas. Supongo que por algo será…
Al parecer los de Adsorb cuentan con una granja con 300 avestruces a las afueras de Osaka. Un avestruz pone 100 huevos en un año. Cada yema de huevo da para fabricar unas 5.000 unidades de producto, según declaraciones a Beauty Independent. Así que, echa cuentas…
De momento a nivel internacional han aterrizado en USA (a la venta en Neiman Marcus, solo con tres productos, para no aturullarnos) y esperemos que pronto lo hagan en Europa (la curiosidad apalea mi dechado de virtudes…). Su serum esencia con acción hidratante es su producto héroe (su precio, unos 140 dólares), es el que más concentración de anticuerpos tiene, además de reunir algunas de las ventajas de la cosmética japonesa: sus texturas son sensoriales, ligeras y se absorben con facilidad (¿Quizá de ahí su nombre?).
Un capitulo más en la tecnología, esa que siempre nos obliga a contar nuevas historias…
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