Quien bien me conoce, sabe que nunca digo que no a un buen ritual de baño. Y si está aderezado con cuarzos, gemas y sales terapéuticas de los rincones más inhóspitos del planeta, mucho mejor. Por eso, cuando descubrí los brebajes de baño de Hellen, un chasquido despertó mi interior. ¿Sales de baño energizadas con piedras y Reiki? Esto es lo mío… Y aunque a muchos les parezca un tanto esotérico, doy fe de que funcionan. Llamadlo fe. O ingenuidad. O reprochadme que no me cuestiono con la ciencia en la mano todo lo que llega precisamente a ella. Pero son estas pequeñas cosas las que me hacen amar lo que hago…
Pero empecemos por el principio. Después de experimentar varias pérdidas en su vida, Hellen encontró consuelo en métodos de curación ancestrales, estrechamente relacionados con sus raíces chinas. Un largo peregrinar de curandero a curandero, le llevó al Reiki, hasta convertirse en maestra. Una parte de su proceso de curación implicó sumergirse en baños, y esto fue el detonante de su concreta pero completa línea de bienestar: fórmulas en capas, mezcladas a mano, combinando varios aceites esenciales, sales, flores y cristales. Hellen, descubrió en sus propias carnes que los baños liberan toxinas del cuerpo y alejan la negatividad, obligando a que ambos fueran abducidos por el desagüe.
“A través de la experimentación, desarrollé una fórmula en capas con mezclas de varios aceites esenciales, sales, flores, cristales y sonido. El resultado fue una infusión de baño que me nutrió y me sostuvo. El baño se convirtió en un ritual que me ha sostenido durante los últimos cinco años”, comenta la propia Hellen. Estos brebajes de baño se corresponden con los cuatro elementos y abren cuatro de los siete chakras que fortalecen y calman el espíritu, como lo hicieron con la propia Hellen. Resultado: una sensación de paz, amor, equilibrio y nueva energía para enfrentarse al mundo. Cada sal de baño se enfoca en un chakra diferente para recalibrar y centrar el corazón, el alma, la niebla mental y arraigar nuestros pies en la tierra.
Mención especial merece la sal rosa del Himalaya que incorpora a sus Bath Brews, ya que está purificada mediante un proceso patentado que limpia y elimina los granos defectuosos, dejando solo sales crudas naturales, no hay procesamiento químico o lavado adicional, esto deja la sal en su forma más pura, permitiendo así que su elevado contenido en minerales desintoxique, relaje y limpie todo el cuerpo. Este proceso de tamizado elimina restos de arena, rocas, arcilla y otros materiales extraños que no nos interesa en un baño terapéutico. ¿Y por qué no otra sal? Porque la sal rosa del Himalaya es muy rica en minerales traza curativos (su porcentaje es altísimo), y esta fuente prístina garantiza que esos valiosos activos sean de la más alta calidad.
Tampoco se queda atrás la obtención de las gemas y cuarzos, de altísima calidad provenientes de todo el mundo. Para ello, cuentan con un proveedor que viaja a minas y canteras remotas para excavar piedras respetando el medio ambiente mediante prácticas laborales éticas. Si hablamos de energía, que sea energía de la buena… Se sabe que las piedras preciosas emiten una frecuencia electromagnética única y poseen propiedades que pueden conducirnos a la auto-curación y al despertar espiritual. El agua de tu baño amplifica esas frecuencias. Y el último elemento clave en los Bath Brews: el sonido. Cada brebaje viene con un enlace de descarga de una grabación de 20 minutos, una selección de la propia Hellen en función del objetivo del baño, utilizando diferentes vibraciones para cada intención.
La música para Emerge From The Fog, fue grabada en vivo por Dynasty Electrik (expertos en baños de sonido afincados en California), con la intención de disipar la niebla mental. Todas las mezclas son infundidas con energía curativa Reiki por la propia Hellen. Emerge from The Fog, pretende aclarar la mente, limpiar bloqueos energéticos y aportar claridad para la toma de decisiones. Contiene sal gris pura francesa sin refinar, sales de epsom y del Mar Muerto; aceites esenciales de grado terapéutico (bergamota orgánica, bayas de pimenta, gaulteria orgánica…); pétalos de flores orgánicas (aciano); piedras preciosas (cuarzo blanco, el maestro sanador; lapislázuli, poderoso amplificador del pensamiento, aporta claridad y objetividad; y crisocola, mejora la comunicación, calma, limpia y energiza los chakras).
Ritual sugerido: enciende unas velas, si es posible, que sea la única iluminación de la sala de baño, toma conciencia, observa cómo la sal se vierte en el agua, coloca las piedras preciosas en la zona de los pies, sintoniza la melodía musical y siente cómo corre el agua. Inhala los aceites esenciales que contiene el brebaje, sumerge el cuerpo en el agua caliente durante 20 minutos para absorber todos los minerales traza y los ingredientes terapéuticos de la mezcla. Acompáñate de un té relajante o, por qué no, de un buen vino…
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