“Vuestro perfume puede ser el mejor de los talismanes”, así comienza el libro de Georges Muchery, Magie Astrale des Parfums. No es necesario hacer un histórico de la perfumería para afirmar que, durante eones, los humanos han utilizado los perfumes para sus ceremonias mágicas por sus poderes secretos. Los egipcios, constataron que los perfumes tenían una acción profunda sobre el “cuerpo astral” de todos los seres vivientes. Una de las capas que conforman la totalidad del ser que, al mismo tiempo, se ve replicada en el universo.
Es, precisamente, el cuerpo o capa astral, el recipiente que recoge todas influencias que recibimos, así como el transmisor de las que emitimos. ¿Qué es el olor, al fin y al cabo, sino una volatilización de partículas olfativas cuya vibración energética impacta con la nuestra propia? Es la base sobre la que Muchery sustenta su teoría de que, un aroma, bien elegido, no solo puede tener propiedades curativas, sino mágicas y talismánicas para amplificar nuestro poder personal. Solo hay que tener en cuenta la afinidad: entre los elementos que conforman nuestro mapa natal, o el ropaje “psicológico” que adquirimos al nacer por la influencia de determinados planetas y cuerpos celestes; y el perfil energético de la materia olfativa, que fluye en sintonía con el elenco astrológico.
Una disquisición muy poco cartesiana que da sentido a la función de la botánica oculta, esa que se conjuga en pro de las buenas intenciones: la champaca apacigua a la luna, un aroma intenso y seductor que aplaca las emociones, los dolores físicos y morales, inquietudes y traumas. O el anís, asociado a Mercurio, cuyo olor permite la recuperación rápida de las fuerzas vitales, el optimismo y la confianza en uno mismo. Un discurso muy diferente al habitual de la perfumería que simplemente cataloga los ingredientes en notas de salida, corazón o fondo, en función de su volatilidad o capacidad para dar empaque a un jugo.
La ciencia de combinar esencias
El influjo de planetas, constelaciones y otros cuerpos celestes, siempre ha estado presente en el histórico humano. Aportar “olor” a esas influencias, desde un punto de vista fragrante, para beneficiarnos de sus vibraciones propicias o fluir en sintonía con el universo, es algo que siempre ha inspirado a los perfumistas. La vibración energética de cada especie botánica –de la materia aromática–, es clave para conformar un amuleto olfativo que nos lance a la vida con escudo firme.
Y, para ello, no solo basta con mezclar incienso y jazmín, sino orquestar composiciones completas que se entremezclen y combinen entre sí –lo que en perfumería se denomina layering, o perfume en capas–, para obtener resultados concretos: una pizca de mimosa para activar Leo y templar a Marte; magnolia para sintonizar con Mercurio; jazmín para atraer la belleza y creatividad propias de Venus; o cuarto y mitad de iris para desarrollar la sensualidad de Piscis y potenciar el bienestar que nos aporta Júpiter. Las combinaciones son infinitas en función de nuestros deseos y necesidades.

Firmas, como Tiziana Terenzi, uno de los referentes más cualificados de la perfumería artística, también ha mirado hacia el cielo para dar vida a una propuesta de lo más cautivadora. Dentro de su Luna Collection, podemos encontrar interpretaciones de galaxias como Andromeda, constelación boreal situada al sur de Casiopea (en mitología, “la mujer que puede con todo”), que interactúa con sus cuerpos estelares, como Adhil (Absoluto Collection) o Sirrah (Luna Stars Attar). Y partiendo de cada una de sus personalidades y poderes, ha ideado una serie de blends poderosos que nos permiten personalizar nuestra manera de mostrarnos al mundo (o al Universo, según se mire), olfativamente.
Un mix que conjuga extractos con absolutos y atares, con un porcentaje de perfume inusualmente elevado (hasta un 40% en los absolutos). Esa es la magia que obra Tiziana Terenzi perfumes, más allá de la estela de las estrellas.
Intergalactic journey, el layering más talismánico
Intergalactic Journey de Tiziana Terenzi, es una de las propuestas más sugestivas y creativas del layering de altos vuelos. Tiziana Terenzi, venera la antigua forma de hacer perfume. Imperfecta, sin seguir las reglas de la clásica escuela, con grandes dosis de ingenio, libertad y, sobre todo, excelente materia prima. Es la ventaja de ser la tercera generación de perfumistas: “Atesoramos ciertos ingredientes de increíble calidad, algunos casi extintos, que ni siquiera están en nuestro órgano de perfumes, sino guardados en cajas fuertes en el sótano de la fábrica”, desvela Tiziana Terenzi.
Ingredientes altamente custodiados, algunos prácticamente imposibles de encontrar para el resto de perfumistas, que se mantienen secretos en la biblioteca olfativa de la familia Terenzi durante más de 50 años. “Contamos con ingredientes animales naturales realmente interesantes y una colección de Ouds extraordinaria”, añade Paolo Terenzi. Son limitados (la auténtica esencia de la belleza), únicos, provenientes de lugares recónditos, de pequeñas producciones. Es quizás una de las notas –nunca mejor dicho– más distintivas y valoradas de esta firma italiana.
Los Terenzi cuentan con la suerte del heritage. Y el don del ingenio. Solo así se pueden lograr creaciones únicas con esencias de inestimable valor que, gracias a la lenta maceración y el halo envolvente de las raras moléculas que contienen, desprenden aromas que solo el tiempo y la paciencia de quien sabe esperar pueden dar. Quien se mueva en ámbitos energéticos, sabe muy bien que este tipo de materias, casi extintas, raras, escasas, locales, únicas…, son las que mayor vibración albergan en su interior. Un tesoro perceptible en cada una de sus creaciones.

Pero volviendo a los cielos, con Luna Collection, los Terenzi iniciaron un viaje épico a la luna en busca de preciados objetos perdidos, un repertorio exclusivo inspirado en la belleza de la maravilla. Una colección «mágica», con la que concluyeron una etapa de diez años estudiando constelaciones y sus estrellas. La idea era conseguir una pirámide olfativa que fuese exacta a cada constelación. A Luna, le sigue Stars Collection en dos declinaciones: Attar Perfume Extract, dedicada a estrellas como Tabit (constelación de Orión) o Sirrah (la estrella más remarcable de la constelación de Andromeda). Y Assoluto Extract de Parfum, con Velorum (la estrella variable de la constelación austral Vela) o Lyncis (la estrella más brillante de la constelación Lince).
Con toda esta fantástica amalgama de extractos y absolutos, de pasión y libertad creativa, los Terenzi iniciaron un viaje intergaláctico con la intención de conformar un cielo fragante, con infinidad de combinaciones que dan como resultado mixturas únicas, casi «talismánicas», inéditas. Cassiopea con Cas y Kaff; Orion con Saiph, Orionis o Tabit; Ursa con Alioth o Chi… Las opciones son infinitas. Aquí la cuestión es determinar, en materia layering, ¿todo vale?
“Las notas de salida son las más decisivas porque son las primeras que afloran y dan la primera impresión de la composición. Pero son las de corazón y fondo las que definen la esencia del layering”, comenta Paolo Terenzi. El viaje de Andromeda, un jugo goloso y de regusto tropical por sus notas de néctar de pera, ylang-ylang, heliotropo, melocotón, polvo de coco, vainilla y acorde de azúcar, entona bien con Adhil (con heliotropo y vainilla en sus notas de fondo); Mirach (vainilla, sándalo y arena –otra famosa y exclusiva molécula de la Biblioteca Olfativa Terenzi–); y Sirrah (con sándalo y osmanto, para reforzar la lechosidad y calidez de la combinación).
Orion (con incienso, ámbar y musk en su base), hace buenas migas con Orionis (con incienso en su salida, musk y ambergris en las notas medias, y musk y vainilla en las de fondo) que realza el carácter erótico de las notas animales; Saiph (vainilla, musk y ámbar de base); y Tabit (vainilla, musk y ámbar), con un toque de melocotón y coco en las notas medias para aportar cremosidad y ensalzar el toque de vainilla, una de las notas presentes en todas ellas. La lección me lleva a una conclusión: en el layering no hay reglas, pero si en todas las esencias participantes coincide alguna nota, es probable que el éxito esté garantizado.
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