Los que pronostican tendencias dicen que Dallas es el nuevo El Dorado de la belleza. Texas atrae nuevos mercados y Austin, Houston o El Paso, son el nuevo epicentro de lo cool. «Texas es un caldo de cultivo para nuevas marcas emergentes que están cocinando una nueva belleza”, comentaba WWD en una de sus publicaciones, y puede que tengan razón, la mítica Mary Kay tiene su sede en Dallas, y son oriundas la más que solicitada Sunday Riley y otras de nuevo cuño como Milk + Honey. Marfa es la nueva inspiración para crear cosas auténticas, primitivas, especiales… Cómo algo tan árido y solitario puede engendrar cosas tan interesantes.
Inspirado en Marfa está el perfume de Memo Paris que lleva el mismo nombre, con absoluto de tuberosa y acorde de ágave (oriundas del norte de México), y en Arizona la fragancia del dúo Proenza Schouler; pero también los cosméticos artesanales beben de las fuentes áridas: El Cosmico Provision Co. (Marfa, Texas), el hotel “anti-hotel” según lo denominan en coolhunting.com, pensó que las condiciones climáticas tan hostiles de esa zona del planeta no eran buenas para la piel, por eso decidieron crear muy pocos productos, pero suficientes, para paliar sus efectos como Soap on a Rope con harina de avena y aceites de coco y oliva; o Desert Body Oil, con aceite de cártamo, palo santo (madera sagrada de América Central y del Sur, purificante, curativo), salvia ceremonial (reduce la inflamación y estimula) y enebro, conocido como el árbol de la vida, de acción energizante.
Bajando un poco más en el mapa nos encontramos con Stefani Padilla y La Tierra Sagrada, una escueta pero completa línea holística de cuidado del cabello inspirada por una planta sanadora maestra: la Ayahuasca. Stefani se enfrentó a los poderes transformadores de la planta ayudándola a quitarse la venda de los ojos, según ella misma comenta, y pensó, ¿por qué no beneficiarse de sus efectos por vía tópica? Su producto estrella es Treatment, un tratamiento intensivo con aceites vegetales y la esencia de la planta Ayahuasca, además de aceite esencial de Palo Santo (equilibra el cuero cabelludo, calma y aporta bienestar).
Nos quedamos en México para descubrir una de las marcas que más me gusta: Relato Nativo, “Botánica artesana para nutrir el cuerpo y el alma”, como la denominan. La primera vez que descubrí esta marca cerré los ojos y me sentí inmersa en un ritual con tambores chamánicos, a la vera del fuego liberador, honrando a la tierra, a las aves, a los puntos cardinales… Algo tienen de especial que te hacen conectar con lo más auténtico, con una parte inexplorada de tu interior. Sus gamas de cuidado con nombres tan sugerentes como Tierra Mojada, Canto del Venado, Fogata de Luna…, devuelven el protagonismo a ingredientes tradicionales y poderosos como el incienso, el romero, el enebro, la salvia, el palo santo… Me quedo con sus toallitas de limpieza facial hechas con algodón 100% orgánico, hiladas a mano y teñidas con pigmentos naturales derivados de las plantas; y con sus Bálsamos Terapéuticos: Bosque Medicinal (para estimular el sistema inmune) y Bálsamo Ciclo Lunar (equilibrio hormonal).
Sin abandonar ese cariz litúrgico y mágico que tienen los rituales sanadores indígenas llegamos a Perfumera Curandera, perfumes alquímicos hechos con las manos de Leanne Hirsh, ex makeup artist de interesante curriculum gracias a las colaboraciones con prestigiosas revistas como Harper’s Bazaar, Vogue, W o Vanity Fair. Leanne dejó el glamour editorial y pasó 25 años de su vida viajando a la selva amazónica y estudiando con curanderos y chamanes, aprendió el antiguo conocimiento de las plantas sagradas maestras. Descubrió la menta andina, las hojas de coca, la guyusa de la jungla peruana, el palo santo de los Andes y la plumeria y tuberosa de las costas volcánicas hawaianas. Y pensó que esas pociones medicinales hechas por curanderos se podrían traducir en elixires aromáticos que a través del sistema olfativo curase las emociones y equilibrase las energías.
Espíritu (calmante y contemplativo), contiene hoja de coca de los Andes peruanos y resina sagrada Piri Piri amazónica; Santo (eleva el espíritu) Aristolochia amazónica balsámica; Luna (uno de mis preferidos), invoca a la magia de la noche con jazmín, sándalo, incienso y palo santo para purificar el aura. Son místicos, inspiradores, con un punto mágico que te atrae como un trozo de metal es atraído irremisiblemente por el imán.
Son esas pequeñas cosas que te hacen explorar el lado más sensorial y lúdico de la belleza, conectar con tradiciones sagradas y descubrir ingredientes cuya acción va más allá de los péptidos o el ácido hialurónico. ¡Selvas y desiertos!, ¡curanderos y chamanes!, seguid inspirando esta industria abarrotada de ungüentos antiedad, porque los que nos nutrimos de ella, ansiamos el hechizo de lo ancestral…
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